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Hace unos días la organización del Rallye de Estonia publicó el itinerario con el cual el Campeonato Mundial de Rallyes volverá a arrancar entre los días 4 y 6 de septiembre, iniciándose en un rallye no previsto en un principio – que iba a ser solo rallye de promoción, como el año pasado. Esta prueba cuenta con 17 tramos cronometrados y un total de 232,64 kilómetros.
El recorrido corto visto en este evento responde a las recomendaciones de la FIA de hacer eventos más cortos y tramos más cortos – también se recomendó hacer más pasadas, pero en este caso ningún tramo supera las dos pasadas. Estonia ha escogido este camino y así ser un prototipo de prueba mundialista más compacta celebrándose de viernes a domingo en lugar de desde el jueves mientras que otros, como Japón, mantienen una estructura más vista y contará con más de 300 kilómetros contra el reloj.
El viernes solo se hará el tramo espectáculo de Tartu de 1,28 kilómetros como aperitivo para el sábado, una etapa de 146,40 kilómetros. Consistirá en dos bucles idénticos de cinco tramos con Prangli (20,23 kilómetros, el más largo de todo el rallye), Kanepi, Otepää, Mäeküla y Elva.
El domingo se disputarán tres tramos a doble pasada, los tramos de Arula, Kaagvere y Kambja – este último en su segunda pasada será el Power Stage con el que termine el rallye, superando por 50 metros los 20 kilómetros. En total, la jornada del domingo tan solo tendrá 84,96 kilómetros cronometrados.
Al ser una prueba tan compacta, el perder tiempo hará que sea difícil remontar dado que habrá poco margen de error, siendo en efecto una prueba al sprint. Solo para este rallye el orden de salida del campeonato habitual de la primera etapa solo se aplicará hasta el primer bucle del sábado, pasando a decidirse según el orden del rallye del segundo bucle del sábado en adelante para no penalizar demasiado a quienes salgan delante (en este caso serían Sébastien Ogier, Elfyn Evans, Thierry Neuville y Kalle Rovanperä).