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Ya es oficial. Si nada se tuerce y la situación sanitaria sigue bajo control, la actividad en el campeonato de Portugal de rallyes se retomará la primera semana de julio, con motivo del Rallye de Castelo Branco. Esta noticia, junto con la permisiva de las autoridades competentes para que los deportistas empiecen a entrenar, han desatado una auténtica locura al otro lado de la línea fronteriza donde los test se suceden.
En jornadas anteriores vimos como José Pedro Fontes, Alfredo Barros o Paulo Caldeira se decantaban por empezar a rodar. Una alternativa que también tomó Armindo Araújo, actual líder del certamen después de su estreno triunfal con Skoda en el Serras de Fafe. Hoy mismo, hemos visto como varios equipos se han lanzado a los tramos de pruebas, rodando tanto en asfalto como en tierra.
Por un lado, el campeón en título, Ricardo Teodósio apostó por sumar estos primeros kilómetros después del parón sobre asfalto, donde pudo recuperar sensaciones con el Skoda Fabia R5 y el equipo ARC. También con esta estructura rodó Manuel Correia. Por otra parte, en Hyundai han apostado por la tierra para retomar la actividad, siendo Bruno Magalhaes el piloto convocado para esta primera sesión.
En las próximas jornadas, las sesiones de pruebas se irán perfilando hacia unas características más propias del asfalto de Castelo Branco. Una carrera que reanudará por todo lo alto un certamen que ya descuenta los días para recuperar la acción. Esta ansiada desescalada hacia la nueva normalidad llegará con una primera entrega marcada por los protocolos de prevención, el distanciamiento social y las mascarillas. Premisas con las que ya nos vamos familiarizando en los test previos.