El príncipe del desierto se las prometía muy felices con el movimiento del Rally Dakar de Sudamérica a Arabia Saudí. Curtido en mil batallas por estas latitudes, Nasser Al-Attiyah ha fracasado en sus dos intentos por añadir el cuarto touareg a su colección de éxitos. Pero esas derrotas, lejos de desmotivarle, han incrementado el hambre de triunfos de uno de los componentes del trío maravilla, el único sin un Audi en sus manos.
En los últimos años expresó su disconformidad por competir en inferioridad con los Mini JCW Buggy 4x2, pero los cambios en el reglamento equilibrarán la balanza entre estos vehículos y los de tracción total: "Me parece que crear esta nueva categoría T1+ ha sido un acierto. Vamos por el buen camino. Todo el mundo utiliza una tecnología similar a excepción de Audi. De Audi no sé mucho, preferimos concentrarnos en nuestro Toyota".
Toyota ha diseñado el GR DKR Hilux, una evolución de su precesor que "impresiona" a Al-Attiyah: "Estoy muy satisfecho con cómo se comporta con los neumáticos más grandes en terreno complicado. El motor ofrece una potencia y un par excelentes, y ya estamos impacientes por probar el vehículo en el Dakar. Ha llegado la hora de volver a ganar. Después de dos podios, el único puesto bueno solo puede ser el primero".