Una de las áreas más difíciles de reglamentar en los rallyes es la parte técnica. Una buena reglamentación tanto a nivel deportivo como técnico facilita mucho las cosas para el éxito, y eso es lo que ha hecho la FIA en los últimos años, algo que hace mucho tiempo no había conseguido. Un error de bulto en el apartado deportivo tiene una solución ligeramente más sencilla, mientras que una reglamentación técnica desacertada puede hundir el deporte durante años.
Justo tras el éxito que está suponiendo este comienzo del Campeonato del Mundo de Rallyes 2017, con 4 vencedores distintos tanto en Pilotos como en Marcas en las cuatro primeras citas del año, y sin motivo aparente, se empiezan a oír tambores de guerra que, por lo que ha trascendido, suenan más a cargarse lo que hay en las categorías inferiores, que a mejorarlo. El pistoletazo de salida lo ha dado Michel Nandan, máximo responsable de Hyundai Motorsport, en sus más recientes declaraciones. Supongo que no se le han subido los efluvios del champán descorchado tras la victoria de “su belga preferido” en Córcega, puesto que tiene pinta que las hizo antes de subirse al podio en la isla mediterránea, lo cual no sé si es más peligroso por lo meditado de la acción.
El bueno de Nandan nos anuncia que el desarrollo del Hyundai i20 R2 está parado porque la FIA no se ha decidido aún con la normativa a aplicar en la segunda generación de este tipo de vehículos. Es normal que no te metas en un río sin, por lo menos, llevar las botas de agua puestas, así que desarrollar un vehículo que no sabes si va a ser válido por algún tiempo, no tiene sentido. ¿O sí?, recordemos que Hyundai Motorsport ha sido el único equipo que ha estrenado concepción de coche en los últimos tres años, ejem, y eso sabiendo la normativa técnica aprobada para las siguientes temporadas. Volviendo al tema de los R2, ¿qué le pasa a esta categoría que la FIA la quiere cambiar? Nada. Parecía que la entrada del motor 1.0 tricilíndrico turbo de Ford destrozaría la competitividad, y ahí siguen ganando los Peugeot 208 R2 y los Opel Adam R2, vehículos ya con solera. El problema es que anuncias que vas a remodelar la categoría y luego te quedas durmiendo la siesta, con razón se ha parado la producción de modelos en la misma. Grave error, al tratarse del verdadero coche escuela, como se ha comprobado en los últimos años, dejar parados todos los proyectos de involucrarse en la categoría de las marcas que lo están deseando, como Skoda, Hyundai, Toyota y no dudo que haga VW y alguna otra en el futuro.
La segunda banderilla “en to lo alto” que nos dejan las palabras de Nandan se refieren a la posibilidad de que a partir de 2018 se puedan homologar cambios por levas para los R5. Que no se equivoquen, que el éxito de esta categoría de vehículos viene dado porque aún es afrontable para muchos privados, pero en el momento en el que quieran hacer unos mini wrc de estos modelos, será el tiempo en el que se les pueda hundir el negocio. No estranguléis a la gallina de los huevos de oro, no toquéis algo que funciona y preguntad a pilotos y preparadores, que son los que lo pagan, en qué se podrían mejorar, igual os dicen que un par de milímetros más de brida es todo lo que necesitan.
Parece que los world rally cars han empezado con buen pie, que los R5 como los conocemos hasta ahora están dando una nueva vida a los rallyes en TODO el mundo, que los R2 son una categoría escuela como no se había encontrado antes, esperemos que un cambio, o una indecisión en la dirección a tomar, no las arruinen. Mientras, señores de la FIA, no estaría de más que le busquen una salida a la categoría R3 y que refuercen y promuevan los RGTy que vigilen que los R4 no se disparen de precio. Muchas cosas, ¿verdad?, pues, ¿por qué no vigilar lo que funciona y actuar sobre lo que haya que mejorar?
