El ERC de 2015 tuvo en su categoría Junior una de esas apariciones rutilantes que anticipaban maneras de estrella, el sueco Emil Bergkvist llegó, corrió y arrasó. El piloto nórdico, inmerso en la estructura del ADAC Opel Rallye Junior Team, consiguió el Campeonato Junior del ERC a su primera intentona, con tres victorias en su categoría y con actuaciones tan destacadas como un sexto puesto absoluto en una prueba tan específica como el Rallye Liepäja. Ese mismo año, como premio al título obtenido, debutó con un R5 en el Rallye Internacional de Valais, en asfalto, donde consiguió una meritoria cuarta plaza absoluta. Esa fue una temporada espectacular, donde demostró no sólo ir rápido en nieve (ganó la clase RC4 con un Opel Adam R2 en el Rallye de Suecia del WRC), sino también en tierra y en asfalto (dos de sus victorias en el Junior ERC se produjeron en el Circuit of Ireland y en el Barum Rallye).
Las dos temporadas siguientes no han sido para nada productivas para el piloto sueco, ni a nivel de resultados ni siquiera a nivel de aprendizaje. Sin un programa claro en el WRC2, siempre penalizado por la falta de recursos económicos, y, posiblemente debido a ello, con un vehículo que no le ha dejado progresar, lo más destacado de las temporadas 2016 y 2017 han sido dos sextos puestos en WRC2 obtenidos en Suecia, su prueba fetiche, y en Montecarlo. Ni consiguió progresar a nivel de velocidad, el material no se lo permitía, ni a nivel de conocimiento de tramos del Mundial, puesto que se pasó más tiempo con el coche en el parque de asistencia que por los caminos. Tal ha sido su papel en estas dos últimas temporadas que empezaba a correr el riesgo de caer en el más absoluto de los olvidos. No ha contado para alguna de las promociones más jugosas de promoción, como el programa Hyundai para jóvenes pilotos que finalmente recayó en otro piloto nórdico dado a conocer en el Junior ERC como Huttunen, ni en la órbita de ningún equipo oficial.
De cara a 2018 ha decidido dar un paso atrás para recomponer su carrera, abandona el WRC2 y se inscribe en el Junior WRC a los mandos de uno de los Ford Fiesta R2T de Msport. Varios han sido los condicionantes de esta decisión, principalmente la económica, pero también la deportiva. Es la forma de volver a tomar las riendas de su carrera, de conocer realmente el Mundial y de desarrollar su potencial en los tramos del WRC. A toro pasado es fácil discutir si la decisión de pasar rápidamente del ERC al WRC fue acertado. Cambiar de campeonato, clase, vehículo y competidores sin haber asentado lo aprendido en su primera temporada en el Europeo parece que ha sido complicado de asimilar, si encima se hace con pocos recursos, que para el ERC sí que podrían haber sido suficientes, hacen de la decisión tomada un gran riesgo que, esperemos que no, puede marcar el resto de su carrera deportiva.
Ahora va a ser el “coco” del Junior WRC, la gran referencia a nivel de velocidad entre la mayoría de los participantes, aunque por el contrario cargará con la presión de ser Campeón del ERC Junior y tener ya un par de años de experiencia en el Mundial. Mientras a pilotos nórdicos de otras nacionalidades, especialmente fineses y noruegos, aparentemente les cuesta menos llegar a lo más alto del WRC, los suecos parece que tienen que luchar el doble por hacerse hueco, Pontus Tideman llama a las puertas de los equipos oficiales un año sí y otro también y en todos se queda siempre a las puertas, y Emil Bergkvist ha decidido dar este paso atrás para ver si encuentra otro hueco por el que progresar. Un piloto de clase que esperemos se recupere para el WRC.