Si el arranque de temporada en Portugal y España se calificó de espectacular, no ha transmitido la misma intensidad el ERC en las dos últimas citas celebradas en Grecia y Chipre. Parece que el desgraciado accidente de Lukyanuk que probablemente, y como mal menor, le va a dejar inédito en lo que resta de temporada, haya dejado en estado de shock al Campeonato. Pero no sólo ha faltado Luky y su espíritu indomable en las últimas citas, faltaba también el “nuevo” ERC, ese en el que los R5 son legión y luchan al segundo y donde siempre hay jóvenes que presionan a los consagrados.
La ausencia de las categorías Junior, tanto la U28 con los R5 como la U27 con lo R2, se ha notado demasiado. Incluso ha bastado un representante de esa nueva hornada, N. Gryazin, para poner en fila a la antigua guardia, aunque para desgracia del ruso su aventura se ha saldado con un Skoda a la barbacoa y otra oportunidad perdida por problemas mecánicos, una losa que esperemos no le lastre en lo que queda de año.
Ni siquiera la coincidencia de citas con el Campeonato de Rallyes de Oriente Medio, el MERC, que había salvado la cara en los pasados años, ha causado el mismo efecto en este. Tampoco el jugoso premio de una Golden Stage en Chipre, que repartía la friolera de 24.000 € como premio al ganador, ha valido para salvar la imagen de la prueba chipriota. Está claro que el Rally de Grecia no es el añorado Acrópolis, y si a eso le sumamos que una fatídica curva se lleva por delante la única emoción en Chipre, poco más hay que añadir. Basta echar un vistazo a la clasificación general de ambas citas para saber que no se van a quedar en la memoria de los aficionados como míticas, ni mucho menos.
Puede que la mejor noticia de este tour haya sido la incorporación al ERC de todo un Campeón del WRC2 y del Dakar como Nasser Al-Attiyah, que añadirá, al menos, dos pruebas más a las ya disputadas y que le han colocado en la pomada por el título. Un gran nombre que añadir a la lista, un gran coche y, sobre todo, un duro rival para los habituales y los jóvenes que hará subir el nivel del Campeonato.
Todas estas circunstancias duelen más en el ERC cuando casi es coincidente en el tiempo con una de las míticas pruebas europeas como el RallyeYpres, que antes pertenecía a las series y que ahora va por libre de la mano de las TER Series y del Campeonato Británico y Belga, pero que mantiene intacta su fama y su espectacularidad. Incluso Hyundai lo ha sabido reconocer, por todos los intereses que tiene en las TER Series apuntando a uno de sus pilotos oficiales, T. Neuville, que le ha dado más relevancia que toda la gira mediterránea al ERC.
Lo bueno es que todo lo que queda de ERC va a ser de calidad. Los habituales, con incorporaciones como la de Al-Attiyah o Bouffier, los Junior U28 y U27, pruebas de nivel como el Barum y las visitas a Polonia, Letonia e Italia. La competición y la emoción volverán a subir y lo de Grecia y Chipre caerá en el olvido. Los nuestros volverán a ser protagonistas y esperamos que tanto Pepe López y Jose Antonio Suárez en Junior U28, como Marcos González en Junior U27 den batalla. Aún queda mucha tela que cortar en el ERC y estamos seguros que llegarán mejores tiempos. Lo que sí está claro es que para próximas temporadas hay que buscar la forma de que no haya una parte de temporada que parezca un pegote, tiene trabajo el promotor para 2018.
