Albert Llovera y Alex Haro han podido tomarse un más que merecido descanso tras agotar las primeras ocho etapas de este Rally Dakar. El andorrano está sorprendiendo con su pilotaje, tan agresivo como fino, a bordo de su pequeño y ligero Buggy MD Rallye Sport.
Llovera ha marcado grandes tiempos en las distintas etapas, desafortunadamente, en muchas de ellas, pequeñas incidencias mecánicas les han obligado a reparaciones de urgencia en las que se han dejado excesivo tiempo. Aun así, desde que Albert entrara en los 50 más rápidos del Rally, no ha abandonado esta posición, siendo ahora mismo 45 en la general.
Llovera y Haro están a 5 etapas de conseguir derrotar al Rally Dakar, el mismo que ganó a Albert en 2014 a solo tres etapas del final, cuando el motor de su Buggy no aguantó el duro trote de esa edición. Pese al cansancio acumulado, y la notable factura que éste pasa y que puede apreciarse con facilidad en sus rostros, no pierden la sonrisa ni el buen humor.
“Llegamos al campamento de Uyuni empapados, con el añadido que la ropa de recambio que llevábamos también se nos mojó toda. Además a 4000 metros hacía frío y además mojados... No he dormido casi nada por suerte Àlex ha podido descansar. Los cambios de temperatura en estas dos jornadas han sido muy bruscos y esto también pasa factura al cuerpo. Hemos tenido que parar a cambiar una rueda, con la mala suerte que la maquina se ha fundido, lo hemos tenido que hacer con la llave de siempre y también hemos tenido que reparar el sistema de frenos de los mandos que no funcionaba. La necesitamos (etapa de descanso) el recorrido hasta aquí ha sido muy duro, sobre todo el inicio y la etapa marathon que se ha complicado mucho debido a la lluvia. La enganchada final ha sido el postre.”