El Salar de Uyuni es uno de esos lugares que ya pueden considerarse míticos en el Dakar. En él confluyen una serie de circunstancias que hacen de este paraje algo diferente: su entorno casi lunar, su dimensión descomunal y su altitud media. Al menos en esta edición los participantes no debieron sufrir el paso por el propio salar anegado por las lluvias y generando multitud de problemas como así ocurrió en la pasada edición. A cambio, en esta ocasión se planteó un recorrido que lo circundaba en su totalidad, describiendo una especie de gigantesco bucle a través de pistas rápidas pero muy accidentadas, compuestas en su mayoría por piedras y las siempre peligrosas y cortantes pizarras. Fue esta una jornada fundamentalmente de desgaste, por ser la etapa de mayor longitud de la prueba, por su rápido promedio a través de un terreno accidentado en el que la concentración debe ser máxima, y por la permanencia en altura. Así lo reflejaba a la llegada el madrileño Rubén Gracia:
Rubén Gracia: “Hoy es de esos días que percibes que el coche ha recibido una buena paliza. Tratamos en lo posible tener la máxima consideración con la mecánica, que es al fin y al cabo la que nos debe llevar hasta Rosario. Pero la pista de hoy absolutamente repleta de piedras, en algunas zonas de tipo pizarra, suponía un serio riesgo muy serio de impactos y pinchazos que felizmente conseguimos sortear. Los neumáticos se comportaron una vez más fantásticos aquí. La fatiga pasa factura, es innegable, pero lo compensamos con la ilusión de ir día a día cumpliendo etapas y aprendiendo al máximo la filosofía de esta prueba. Hoy nos visitó Marc Coma antes de la salida. Nos dijo que esto hasta el momento sólo había sido un aperitivo. Y si él lo dice, habrá que tenerlo en cuenta. Mañana a por la séptima y en busca ya de la jornada de descanso del domingo”.
Posición 46a en la etapa para la pareja española del Mitsubishi Spain Team Powerade, a la par de la 2a plaza de T3. En la general acumulada, Gracia y Vallejo ocupan la 45a posición, 2a plaza entre los T3, a 1h 29:43’’ del líder, el boliviano Alberto Gutiérrez. El periplo boliviano del Dakar 2016 finaliza con la séptima especial, retornando toda la caravana nuevamente a Argentina. Una especial que se dividirá en dos partes diferenciadas, realizando el paso de la frontera de forma neutralizada. Un día más, el promedio de altitud es considerable, rondando los 4.000 mts a lo largo de esta especial de 353 Km. Una especial que se caracteriza por los numerosos y en ocasiones muy complicados vadeos de ríos, sin duda una fuente inagotable de posibles problemas. La etapa completa tendrá un total de 793 Km, que es la distancia que separa Uyuni de la ciudad argentina de Salta, siguiente destino y ubicación del Bivouac durante la merecida jornada de descanso. La prueba se pondrá en marcha para el primero de los coches a las 9:04 de la mañana, estando prevista su llegada a Salta a partir de las 20:30. A estos horarios debe sumársele 4 horas más desde España.
