En días recientes, varios medios de comunicación de todo el mundo pudieron conocer los últimos detalles de la normativa WRC27, los futuros coches que reemplazarán a los Rally1 en el Campeonato Mundial de Rallies. Una normativa técnica que se negocia entre todas las marcas, las ya existentes, interesadas y preparadores, y que en principio debería quedar grabada sobre piedra para el mes de agosto - aunque se dijo originalmente que esto iba a ser en torno a junio.
La primera de las grandes claves es que estos coches WRC27 tendrían una estructura común para todos los fabricantes, una estructura similar a los Rally1 actuales pero común para todos los equipos. A esta estructura se le podría colocar una carrocería de coches de segmento B (los actuales), segmento C (como fueron los Mitsubishi Lancer, Subaru Impreza, Skoda Octavia o Ford Focus en el pasado), SUV o una carrocería 'bespoke', un diseño original al estilo de los Grupo B o Grupo S que podría encajarle, por ejemplo, a un preparador que no se asocie a ninguna marca a nivel oficial.
En esta estructura común existirá libertad para diseñar el coche tanto en la parte delantera como en la trasera para darle a las marcas adaptabilidad, libertad de diseño e imagen corporativa. Aquí la clave está en encontrar suministradores que permitan fabricar la estructura de un coche que debe costar unos 345.000 €, muchísimo menos que los Rally1 actuales y más cercanos a los Rally2. Recordemos que la FIA pretende que este marco normativo permita que estos coches puedan utilizarse también en rallycross.
En teoría, la idea que tienen para 2027 es comenzar con motores de combustión derivados de los motores Rally2, tal como recalca DirtFish - motores derivados de serie mucho menos costosos que los GRE (Global Race Engine) 1.6 turbo utilizados desde la segunda generación de World Rally Cars hasta ahora. Esta es otra de las grandes claves para reducir el coste, tanto total como de mantenimiento, de los WRC27 o como se terminen llamando.
Más adelante, a los motores de combustión se irían añadiendo tecnologías e incluso eléctricas, conforme lo permita el estado de la tecnología, controlando su rendimiento con una mecánica similar al Equivalence of Technology que funciona en el Mundial de Resistencia. Partir de una tecnología existente es la única manera en estos momentos teniendo en cuenta que se necesitan unos dos años para desarrollar un coche de carreras de una nueva normativa y de momento 2027 sigue siendo el objetivo (es decir, en año y medio), pues darle un año extra a los Rally1 no parece ser una opción.
Y, como ya dijimos en Revista Scratch, revisar la punta de la pirámide de rallies FIA implica en este caso ajustar los otros escalones de la pirámide. Es decir, Rally2, Rally3, Rally4 y Rally5. Será interesante ver sobre todo cómo ajustan los escalones superiores, WRC27, Rally2 y Rally3, dado que la idea es que haya menos diferencia entre el segundo y el primer escalón. Ahora bien, dado que casi todas las marcas implicadas en rallies en la actualidad han invertido mucho en años recientes en estos escalones (Toyota, Hyundai, Citroën, Skoda y Renault, además de M-Sport), se espera que sea más bien un ajuste. No sería la primera vez: ya ajustaron la potencia de los Rally4 en cuanto llegaron los Rally3 por encima.
El objetivo, según la FIA road sport director Emilia Abel, es que se llegue a ver hasta 20 coches WRC27 en los tramos en el futuro. Si uno lo piensa, similar a la cantidad de coches WRC o Grupo A8 que veíamos compitiendo a finales de los noventa, entre oficiales, privados y pilotos de filiales.