La primera etapa del Rallye de Portugal ha sido una de las más caóticas que se recuerdan en los últimos años del Campeonato Mundial de Rallyes, con una dureza para pilotos y máquinas tanto en la categoría máxima como en los que salían más atrás. De los once equipos españoles que iniciaron la prueba, siete han logrado acabar, muchos de ellos con muy buenas sensaciones.
Para comenzar, en la primera línea de fuego estaban Dani Sordo y Carlos del Barrio, liderando en varias ocasiones el rallye por delante de fieras como Kris Meeke, Thierry Neuville, Sébastien Ogier o Hayden Paddon – no obstante, el panorama cambió en la tarde de la primera etapa con varios abandonos, incluyendo a Ogier, Paddon, Jari-Matti Latvala o Andreas Mikkelsen. Sordo sobrevivió y se mantuvo al frente, pero la elección de cinco neumáticos blandos le salió cara y las gomas se desgastaron en el primer tramo. Al final del bucle tuvo que aminorar y cayó hasta la cuarta posición, que no deja de ser un mérito en una de las etapas más duras de las que se han visto en los últimos años.
Tampoco ha sido un día fácil para Nil Solans, aguantando en el Top 10 de la categoría WRC2 con un Ford Fiesta R5 con menos potencia de la habitual (para evitar problemas con la válvula de descarga) y unos neumáticos Dmack que no cogían la temperatura necesaria, por lo que era complicado encontrar agarre. Aún así, el piloto de Matadepera y su copiloto Miki Ibáñez acababan en sexta posición de la categoría, aunque con dolores en la espalda para Solans que le llevaron a que le revisaran en el hospital.
Por desgracia, su hermano Jan Solans y Mauro Barreiro no conseguían acabar la jornada dentro de la Peugeot Rally Cup Ibérica: una curva de derechas traicionera se interpuso en su camino y la dupla sufrió un vuelco, quedándose fuera de carrera al momento. También se retiraron durante la mañana Ramón Cornet y Dani Noguer con un radiador roto y Álvaro Pérez y Brais Mirón al romper la suspensión delantera derecha, así como Francisco Dorado y Roi Torrente.
Quienes no fallaron ni un ápice en todo el día fueron Pep Bassas y Axel Coronado, logrando la victoria dentro de la copa monomarca de Peugeot – en unas condiciones atroces, ya que los 208 R2 salían al final del pelotón cuando la carretera estaba muy rota y fuera de las roderas perdían con facilidad el tren trasero. La dupla de Mavisa Sport (quienes también llevaban a Solans y Cornet) se impuso en la primera carrera de este nuevo campeonato.
En cuarta posición de la copa acabaron Roberto Blach y José Murado, seguidos de Juan Manuel Mañá y Borja Odriozola. Más atrás – pero también con mucho mérito, dadas las condiciones de la pista – terminaron Alberto San Segundo y Juan Luis García e Iván Medina y Yeray Mújica. De todos los once equipos españoles participando en la prueba, sólo Sordo/Del Barrio y Solans/Ibáñez continuarán en la segunda etapa del rallye, que contiene el tramo más largo y decisivo de todo el itinerario: Amarante y sus más de 37 kilómetros cronometrados de gravilla pedregosa.