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Citroën Racing ha comenzado ya sus preparativos de cara al Rallye de Gales, próxima ronda del Campeonato Mundial de Rallyes, apenas unos días después de su gran doblete en el Rallye de Turquía. En lugar de sus pilotos titulares, a los mandos del Citroën C3 WRC se ha sentado Eric Camilli, subiéndose una vez más al coche para sesiones de test como ya hizo el pasado mes de junio.
La temporada del piloto nizardo ha sido cuanto menos curiosa, pues tras completar el proceso de desarrollo del Volkswagen Polo GTI R5 en 2018 se unió al del Ford Fiesta R5 MKII de M-Sport, disputando con ellos algunas carreras como fue el caso del Rallye de Finlandia y el de Alemania. Entre tanto, también tuvo tiempo para hacer un test con Citroën sobre asfalto para preparar el evento germano, rodando ahora sobre la tierra y el barro como anticipo a lo que será Gales.
Camilli tomó los mandos del coche el pasado martes 17 de septiembre, por lo que se espera que tanto Sébastien Ogier y Esapekka Lappi hagan lo propio en los próximos días ya que resta menos de un mes para la celebración del Rallye de Gales (3-6 de octubre). Cabe destacar que Camilli lleva buscando desde hace tiempo un puesto como piloto oficial – si bien en estos momentos está más encuadrado en la órbita de M-Sport tras representar al equipo en WRC2 Pro y darle dos segundos puestos en dicha categoría en Finlandia y Alemania.
Con el doblete de Turquía (el primero desde el Rallye de Argentina de 2015), Citroën se acerca de nuevo a Hyundai y Toyota en la lucha por el mundial de constructores, si bien sigue detrás de ellos a falta de tan solo tres pruebas para el final. Ahora bien, el propio Ogier ya ha advertido de que el equipo no ha de confiarse ya que no se ha cambiado tanto entre Alemania (un rallye muy duro para el equipo) y Turquía.