La introducción de la categoría Rally3 completó la escalera de desarrollo diseñada por la Federación Internacional de Automovilismo para los rallyes. Conscientes del imponente paso que suponía a los pilotos el ascender de un Rally4 de potencia contenida y tracción delantera a un Rally2 con el que luchar por las victorias y títulos de certámenes tanto regionales como continentales, desde el máximo organismo regidor del deporte cerraron esa brecha con un punto medio.
M-Sport Polonia se embarcó junto a la FIA en esta aventura con la construcción del Ford Fiesta Rally3, único vehículo homologado hasta la fecha. Con tracción a las cuatro ruedas y 15CV más de potencia que su hermano menor, se generaron unas expectativas que parecen no haber casado con los deseos de los clientes. Pero esto no ha sucedido porque la montura no haya rendido al nivel esperado, sino por la escasa repercusión que ha tenido en su temporada de debut.
Un cambio en la estructura de las divisiones de apoyo del Campeonato de Europa de Rallyes ayudó a integrar en competición al Fiesta Rally3, pero las prisas nunca fueron buenas conesejeras. Recibiendo la homologación de la FIA en marzo y con el inicio del ERC establecido en el mes de junio, los interesados en la renombrada ERC Junior no dispuusieron de la oportunidad de comprobar las cualidades del coche, que apenas había completado una prueba en Finlandia.
Con ello, el estonio Ken Torn, vencedor en 2020 del ERC3 Junior con un Fiesta Rally4, se encargó de acumular kilómetros con el nuevo Fiesta Rally3 en las citas del Europeo, en las que encontró escasa competencia dentro del apartado destinado a este tipo de monturas, la anteriormente mentada ERC Junior. En Polonia se enfrentó al británico Jon Armstrong, haciendo lo propio en Letonia, Roma y República Checa con Oscar Solberg.
La ausencia de rivales nunca obligó a Torn a aplicarse a fondo para conseguir el objetivo de inscribir su nombre en el título. Por tanto, la vía para juzgar el rendimiento del Fiesta Rally3 se reduce a la comparación de sus registros con los de los Rally4 más rápidos, y los datos no engañan. En las citas con la grava de firme, la superioridad ha sido abrumadora, con diferencias que rebasan incluso la barrera de los 3' a final de rally. En asfalto, superifice en la que fue derrotado en Hungría por avería y en el Islas Canarias por la falta de ritmo de Torn, la ventaja se comprime, pero el Fiesta Rally3 sigue estando por delante.
En el curso que comenzará el próximo mes de enero con el 90º Rally de Monte-Carlo, el Ford Fiesta Rally3 gozará de una representación más amplia, ya que será el vehículo con el que se participará en el Júnior WRC. Además, con el objetivo de incitar a los equipos a decantarse por esta todavía novedosa categoría, la FIA ha decidido ampliar en la brida restrictora, lo que significará una inyección de 20CV extra de potencia y el consiguiente salto en prestaciones.