El automovilismo recibió un severísimo golpe a primera hora de la tarde de ayer. El jueves 28 de abril de 2022 será recordado como una jornada negra para el deporte en nuestro país. El empeño de una consejera que antepuso sus intereses personales a los del pueblo que, en teoría, representa ha tirado por la borda de la forma más ruin el trabajo realizado por C.D. Evesport para ganarse un puesto en el Supercampeonato de España.
Con noventa días de antelación, es decir, a finales del mes de enero, la entidad organizadora del 24º Rallye de Tierra Isla de Los Volcanes presentó al Cabildo de Lanzarote toda la documentación requerida para llevar a cabo una prueba de esta envergadura. Pasó febrero y no hubo respuesta negativa alguna. Lo mismo ocurrió en marzo. Pero cuando faltaban menos de dos semanas para este fatídico jueves la situación se giró en contra.
Sin aviso alguno se difunde en un medio de comunicación local una noticia que desvela parte de un recorrido secreto, lo que supone una grave infracción contra el secreto administrativo. Dos colectivos ecologistas denuncian el paso de la tercera cita del nacional por la zona de El Jable, la misma por la que transcurrió una especial de la anterior edición sin problema alguno. ¿Cómo llegó esa información a esos grupos?
El jueves de la pasada semana se suman más ecologistas a las protestas, alegando que "el rally afectará a las zonas de cría y tránsito de aves silvestres de especial protección". El rutómetro que inicialmente había diseñado C.D. Evesport no tocaba ninguno de los numerosos espacios naturales protegidos de Lanzarote. A pesar de ello, y en concenso con el Cabildo insular, se acortó en 25 kilómetros para erradicar los contratiempos.
Mientras tanto, los organizadores recibían un día sí y al otro también un "mañana firmamos" por parte de la única institución que faltaba por dar luz verde al 'Isla de Los Volcanes'. El Gobierno de Canarias ya lo había hecho. Pero no, no había forma de contentar a una tal Elena Solís, consejera a la que nadie ponía cara y que ha conseguido difundir su imagen por toda la nación con una decisión totalmente incomprensible.
Los pilotos presionaron a las puertas del Cabildo durante dos horas, exigiendo una respuesta que finiquitase la incertidumbre. Después una eterna espera, llegó la más dolorosa, la de la denegación del permiso por "la imposibilidad de desarrollar la prueba coincidiendo con el periodo de nidificación de varias especies protegidas". Un vehículo de competición no puede pasar dos veces por ahí. Un buggy para turistas tiene barra libre.
La culpable de esta suspensión no es consciente del daño que hace a los lanzaroteños con su capricho. Los vuelos interinsulares se habían agotado, la ocupación hotelera rondaba cifras escandalosas... pero la historia será muy diferente. Como bien afirmó José Víctor Rodríguez, presidente del comité organizador, en su comparacencia de prensa, "lo único que ha cambiado en el último año ha sido la consejera de Medio Ambiente".