Siempre trabajó en la misma dirección. Los constantes obstáculos que se encontró en el camino de vuelta a la esfera nacional no consiguieron derrumbarle. Un año tras otro se lanzaba en busca de patrocinadores que apoyasen su proyecto de regreso a la competición. Y sus esfuerzos arribaron a buen puerto. Por fin cerró un programa con garantías y a medio plazo dentro del Supercampeonato de España de Rallyes.
El automovilismo es uno de los deportes más crueles que existen. El último resultado determina la calidad de un piloto. Cristian García se presentó en el 11º Rallye Tierras Altas de Lorca con un vehículo que desconocía, calzado además con unos neumáticos que nunca había testado. Sin apresurarse en el periodo de descubrimiento, el aragonés incrementó constantemente el ritmo y alcanzó una meritoria quinta posición final.
"Ha costado un poco coger otra vez la marcha. La verdad que acabo contento el rally, por lo menos he visto cuánto se podía correr en tierra. Sé que aún se puede ir mucho más rápido por las diferencias que tenemos con los rivales", declaraba el de Calm Competició al término de la cita lorquina. Había superado una prueba de fuego en el firme sobre el que menos kilómetros acumula. Motivo más que suficente para lucir una sonrisa.