Se esperaba que la altitud y el frío fueran los elementos a batir en la primera etapa que se disputó en su totalidad por pistas de Bolivia. Pero la realidad aún fue más exigente, la lluvia torrencial que cayó a lo largo del día en la parte final del recorrido obligó a los organizadores a neutralizar el segundo sector cronometrado. De esta manera, la especial de velocidad de esta quinta etapa quedó reducida a 219 km.
A pesar de todos los inconvenientes que sufrieron, Albert Llovera-Charly Gotlib-Jaromir Martinec (Tatra 538) consiguieron llegar al final del primer sector en la 34a posición provisional, con un crono de 6h00’34” a más de 3 horas de los vencedores, De Rooy-Torrellardona-Rodewald, que al volante de su Iveco consiguieron su segundo triunfo consecutivo en la presente edición de la prueba.
De confirmarse este resultado, el equipo Bonver Dakar Project ocuparía la 29a posición en la clasificación de la categoría camiones con un tiempo acumulado de 24h04’28. En este global están incluidas las penalizaciones (3h15’00”).
Como queda mencionado, el vencedor de esta quinta etapa entre los monstruos del Dakar ha sido el Iveco dorsal 500 pilotado por De Rooy-Torrellardona-Rodewald que completó los 219 km de especial con un crono de 2h39’12”. Con este triunfo, el piloto holandés deja atrás sus problemas de las etapas iniciales y se sitúa líder de la general, eso sí, con tres Kamaz pisándole los talones.