En este año 2019 la Real Federación Española de Automovilismo (RFEdA) ha rebajado la edad mínima para participar en competiciones hasta los 16 años, permitiendo la aparición de jóvenes talentos de cara a su posterior promoción y ‘graduarse’ tanto en tramos de tierra como en asfalto. en esta tercera edición de la Beca Junior R2 tres son los copilotos que acompañan a pilotos menores: Rodrigo Sanjuán junto a Raúl Hernández, Axel Coronado con Óscar Palomo y Ezequiel Salgueiro acompañando a Delbin García.
Dado que no pueden contar con carnet de conducir con 16 años, en los tramos de enlace no les es posible estar al volante, del mismo modo que tampoco pueden conducir el coche en los días de reconocimientos. Solo pueden ponerse al volante a la hora de afrontar los tramos cronometrados, lo cual les limita a la hora de tener más a mano el feeling del coche (en este caso, el Peugeot 208 R2).
Otro detalle a tener en cuenta es que los pilotos jóvenes, al realizar los reconocimientos desde el asiento derecho, cuentan con unas referencias algo diferentes en comparación con cuando se sientan al volante. El caso de Hernández destaca porque junto con él y Sanjuán va conduciendo una figura destacada en el automovilismo a nivel nacional: el vigente campeón nacional de tierra Xevi Pons.
A su vez, Coronado destaca el detalle de que, al contrario que con pilotos más experimentados, pueden inculcarle más a través de su propia experiencia, siendo su aportación vital para el crecimiento del piloto de manera que su rodaje sea notable conforme van compartiendo rallyes. Dado que los pilotos no tienen tanto recorrido a sus espaldas, su metodología no está tan establecida como ocurre con aquellos que ya tienen un tiempo.
La figura del copiloto en estos casos va más allá de un copiloto, una especie de Pepito Grillo que les ayuda a encontrar su camino dentro de los rallyes (además de indicarles a dar con su trazada ideal). Dada su juventud, es necesario que sigan un proceso de maduración antes de ir hacia los primeros puestos de su categoría, por lo que han de tomar un nivel de confianza con el coche y con su propia conducción antes de enfrentarse a cada curva de cada tramo yendo a por tiempos más competitivos.
Ya desde jóvenes, enmarcados dentro de la Beca Junior R2, tanto Hernández como Palomo y García (y el resto de participantes del certamen) están limitados a realizar tan solo tres pasadas por tramo, lo cual les impulsa a aprovechar al máximo cada una de ellas. Esto está pensado de manera que, para cuando salgan a competir a campeonatos como el Europeo de Rallyes o el Mundial de Rallyes (con unas dos pasadas de reconocimientos por tramo) ya tengan el hábito bien practicado dentro de su metodología.
En definitiva, el rol de ‘guía’ que han de realizar los copilotos en más ocasiones se incentiva con estos jóvenes, pilotos precoces que provienen a menudo de otras categorías
como Carcross, karting o de competir en otros países, como es el caso de Hernández (el año pasado compitió en Letonia sobre tierra con Rogelio Peñate como copiloto). De cara a producir futuros campeones, es un paso acertado por parte de la federación española.