El periplo portugués de la Peugeot Rally Cup Ibérica alcanzó su ecuador en Mortágua, segunda cita de la campaña. Trece unidades 208 Rally4 se desplazaron a la región lusa para afrontar una prueba que comenzó en la noche del viernes con una corta superespecial. El local José Loureiro estableció el mejor registro en un recorrido urbano que se cobró dos bajas por avería mecánica, las de Santi García y Ricardo Sousa.
La etapa del sábado, compuesta por seis tramos, arrancó con el scratch de Óscar Palomo. El piloto del Rallye Team Spain iniciaba así su remontada después de perder en la jornada anterior dos minutos por la rotura de un palier. Pero este problema se volvió a reproducir en su Peugeot, abocándole al abandono en la siguiente cronometrada. Por delante destacaba Diego Ruiloba, luchando con Ernesto Cunha por el liderato.
El asturiano, en su cuarto fin de semana con el vehículo francés, arrebató la batuta de mando a su predecesor justo al comienzo del bucle definitivo. Cunha, más centrado en aseguar el triunfo dentro del Campeonato de Portugal, ni se planteó asumir riesgos para desbancar a Ruiloba de la cima de la tabla. Esta cautela le terminaría costando el podio, ya que en la última especial le superaron Roberto Blach y Andrés Marieyhara.