Subaru, en colaboración con Vermont SportsCar, ha desarrollado un nuevo WRX para competir en el Campeonato Americano de Rallys (ARA). Se trata del WRX ARA25L, un coche diseñado no para ganar victorias absolutas, sino para correr en la segunda división L4WD, situada por debajo de la Open 4WD donde hemos visto a los Subaru en estos últimos años. Un coche hecho para llevarlo al estilo de Colin McRae y que pilotará un viejo amigo suyo: Travis Pastrana.
Exteriormente, es un WRX con un kit aerodinámico menos desarrollado que el WRX ARA25 de la clase Open, que pilotará el canadiense Brandon Semenuk. Es eminentemente un Subaru, tanto por el hecho de que lleva un motor bóxer debajo del capó como por llevar los míticos colores de 555, que en los coches de calle se comercializó como WRC Blue Mica.
En concreto lleva el motor FA24 2.4, el mismo de los WRX, Levorg, Legacy, Outback y Ascent de serie, con un turbo de fábrica, entregando 315 CV de potencia y 624 Nm de par motor, con una brida de 33 mm (el máximo permitido en la clase Limited) y un límite de soplado del turbo de 2,5 bares. La versión Open, en cambio, utiliza un 2.0 con turbos Garrett entregando 320 CV de potencia.
El motor va acoplado a una caja de cambios secuencial X Shift de 6 velocidades, con embrague de carreras de carbono de tres discos. El esquema de suspensión es similar al del Open, con muelles R53 y componentes VSC, aunque lleva más elementos propios de Subaru. Esto, por supuesto, lo hace un coche más económico en cuestiones de costes de mantenimiento en comparación con el WRX ARA25 de la clase principal.
Pero lo más atractivo no es esto - es que está hecho para llevarlo más de lado, con más derrapes, más al estilo de los Impreza Grupo A y WRC que veíamos en tramos del Mundial de Rallys en manos de McRae, Piero Liatti, Richard Burns o Juha Kankkunen, patinando mucho más que un coche actual. En comparación, el Open es un coche que va mucho más por el sitio, más sobre raíles.
"Vas mucho más de lado con este coche. Se siente como en la época de Colin McRae, donde vas moviendo la zaga por todos lados en vez de los coches actuales que van a velocidad pura. Tiene una banda de potencia más limitada y tienes que estar en todo momento en la marcha correcta. Es más bien un coche de pilotos", declaró Pastrana según Dirtfish.
"El coche Open va más pegado al suelo, la suspensión se lo traga todo. Esto es más como un monster truck, vas botando un poco más, vas patinando bastante más. Es un coche que cuesta bastante menos, es muy divertido de llevar y sigue siendo rápido", añadió.