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Allá por el año 1985, los nombres de Carlos Sainz, Antonio Zanini, Salvador Serviá y Genito Ortiz sonaban de manera fuerte en los tramos de España, con los Grupo B rodando en su máximo apogeo en tanto en terrenos nacionales como internacionales. Mientras tanto, en el Rallye de Noia de aquél año, un joven piloto de dieciocho años hacía sus pinitos en los rallyes con un Seat Panda 45. Al volante del pequeño Seat se encontraba un hombre de Meira que por el momento les sonaba a pocos: Sergio Vallejo Folgueira.
El Panda 45 siguió en activo durante los dos años siguientes, compitiendo en el Rallye Rías Baixas con un mejor resultado de una trigésimo primera posición en 1987 con Paulino Novo como copiloto. Después llegó la transición a Peugeot, pilotando el 309 GTI en 1988, 1992 y 1993 y el 205 GTI en 1990 y 1991 – a su diestra pasaron Cristóbal Rasilla y Juan Carlos Dorado antes de que en 1992 comenzara a hacerse hueco su propio hermano, Diego Vallejo. Entonces llegó 1994 y el Desafío Peugeot, que se llevó el título con una sola victoria – en el Rallye Príncipe de Asturias, donde además fue décimo absoluto. Gracias a este título militó en el equipo oficial Peugeot Sport España en el nacional, rozando el podio en varias ocasiones a bordo del pequeño 106 Rallye – terminó el año en sexta posición general.
Tras su etapa con Peugeot, Vallejo continuó relacionado con el Grupo PSA al pasarse a Citroën, pilotando el ZX 16V antes de saltar al Saxo Kit Car en 1998. Fue en esta época cuando logró, en el Rallye Rías Baixas de 1996, su primera victoria absoluta, mientras que con el Saxo logró ser tercero en la general del campeonato – en aquel año era Mario González Tomé su copiloto, ya que Diego hizo el campeonato junto a Manuel Muniente.
En 2000 pasó de Citroën a Fiat, llevando el Punto Kit Car hasta 2001, cambiándose al Punto S1600 de cara a 2002 (aunque lo llevó en Ourense 2001, terminando en un cuarto puesto que fue su mejor resultado del año). En estos años (de 2000 a 2005) logró un total de diez podios, nueve terceros y un segundo puesto conseguido en el Rallye de Avilés de 2004, pero fue en 2003 cuando logró ser subcampeón nacional por detrás de Miguel Fuster (quien pilotaba un Saxo S1600).
Para reducir las diferencia con sus rivales provocada por la inferioridad de la maquinaria italiana, Vallejo cambió a un Renault Clio S1600 para 2006, montura similar a la utilizada por Alberto Hevia para hacerse con el título en 2004. Aunque fue capaz de luchar contra Dani Solá (campeón ese año), Fuster o Pedro Burgo, no se anotó ninguna victoria. No obstante, fue en 2006 cuando Vallejo se sentó por primera vez en un Porsche 911 GT3, participando en el Rallye San Froilán – parte del campeonato gallego. Aún con los tramos rotos y bajo la lluvia que embarró la carretera, el lobo terminó en segunda posición.
Ya con Porsche a tiempo completo, en 2007 volvió a las sendas de la victoria, triunfando en el Islas Canarias y en Ferrol para acabar tercero en el campeonato (sus abandonos en Villajoyosa, Rías Baixas y Llanes le perjudicaron en la lucha) por detrás de Fuster y Hevia. Al año siguiente comenzó con victoria en Canarias y podios en Villajoyosa, Cantabria, Rías Baixas y Ourense. En el Rallye Príncipe de Asturias corrió con un Peugeot 207 S2000, pero en Llanes y Madrid fue imbatible con el nuevo Porsche 997 GT3 2008, aupándole hasta la segunda posición final empatado a puntos con el campeón Enrique García Ojeda – quien había logrado más segundos puestos y fue clasificado por encima de Vallejo.
No obstante, ese ritmo que mostró desde Llanes fue un prólogo de lo que sería su temporada 2009, junto al Team Nupel. Pese a que abandonó en Villajoyosa y Cantabria, su ritmo fue de menos a más y, con un total de cinco victorias, fue capaz de superar a Fuster, García Ojeda y Pons para poder alzarse como campeón nacional por primera vez con el Porsche 2008 frente a la amenaza de los S2000 – este título fue el comienzo del dominio de los GT en el nacional de asfalto, el cual continúa hoy día a la espera del efecto que propicie el cambio de normativa de cara a la temporada 2016.
2010 pintaba aún mejor, con Vallejo pilotando un Ford Fiesta S2000 y Luis Moya entrando en Nupel como director deportivo – además de tener a Xevi Pons, Álvaro Muñiz, Adrián Díaz y Marta Suria en el equipo. No obstante, pese a dos podios en las tres primeras carreras, los malentendidos entre Vallejo y Moya hicieron que el lobo dejase el equipo y sólo hiciera una carrera más en todo el año, un Rallye Ourense en el que acabó segundo con el Peugeot 207 S2000 alquilado al preparador francés Barroso Sport.
Al año siguiente Vallejo comenzaría el año con un Lotus Exige 260R, pero tras un segundo, un quinto y tres abandonos, decidió volver a los mandos de un Porsche: el resultado fueron tres victorias (Ferrol, Sierra Morena y Madrid). Durante los dos años siguientes logró otras tres victorias, logrando el subcampeonato en 2012 de nuevo por detrás de Fuster – quien también se había pasado a Porsche en 2011 y encadenó dos títulos consecutivos – antes de quedar noveno en 2013 en una temporada en la que no participó en un tercio del campeonato y abandonó en otras tres carreras.
Entonces llegó 2014, con Vallejo apareciendo con el Porsche 997 GT3 2010. En el Islas Canarias su resultado no fue tenido en cuenta, pero una vez la RFEdA homologó esta nueva versión, el lobo comenzó a dominar el certamen (además de que la decisión de la federación llevó provocó el enfado de equipos como RMC Motorsport o ACSM). Las victorias en Sierra Morena, Rías Baixas, Bierzo, Ferrol y Madrid, junto a los segundos puestos logrados en Cantabria, Príncipe de Asturias y Ourense le convirtieron por segunda vez en campeón nacional, venciendo a Fuster que alternaba entre Porsche y Ford Fiesta R5.
En 2015, pese a contar una vez más con el Porsche 2010, la suerte no fue propicia para Vallejo: un quinto puesto en Adeje, sin capaz de acercarse al ritmo de Fuster (quien ahora llevaba una unidad similar), precedió a un accidente con incendio que destruyó su Porsche en el Islas Canarias. Desde el Sierra Morena en adelante vio cómo no era él quien le disputaba el título a Fuster, sino Iván Ares, que aprovechó las ocasiones en las que Fuster no utilizó el Porsche 2010 (Ourense y Ferrol) para hacerse con sus dos primeras victorias nacionales. Vallejo pudo hacerse con la victoria en Llanes para asegurar la tercera posición en un año que marcaba tres décadas completas compitiendo en la disciplina.
Con casi cincuenta años a sus espaldas, el lobo de Meira continúa como uno de los referentes a nivel nacional sobre asfalto. En una temporada donde el potencial de los Porsche va a ser limitado por la normativa, podría ser el momento en el que tanto él como las otras figuras principales del CERA dejen los GT para pasarse a los R5 o a una categoría tan poco vista en Europa como los Maxi Rally – cuyo origen se encuentra en Argentina, contando con unas prestaciones similares a los R5 con un coste menor.