"Ha sido una especial muy complicada y al final ha sido una locura. Las condiciones en la segunda parte no estaban para correr. Entre la espesa niebla y el fesh fesh la visibilidad era casi nula y era todo un desastre". Palabras de Nani Roma (Mini) al finalizar la quinta etapa, entre Tacna y Arequipa, con un enlace de 715 km y dos especiales con un total de 519 km.
"La primera especial la hemos empezado bien, con buen ritmo, luego hemos impactado muy fuerte con unas zanjas que no estaban marcadas y hemos pinchado una rueda. El coche se ha desestabilizado y ha quedado en unas condiciones difíciles de conducir. Pero bueno, hemos terminado más o menos bien la primera parte", comenta el piloto catalán.
"En la segunda parte hemos intentado hacerlo lo mejor posible teniendo en cuenta el estado del coche, hasta que hemos llegado a la zona complicada por la niebla y el fesh fesh, y nos hemos encontrado con Stéphane Peterhansel plantado hasta las cejas y hemos parado a ayudarle a sacar el coche. Creo que es el espíritu de esta carrera. Álex y yo Hemos decidido hacerlo porque es lo que nos gustaría que ellos hicieran. Somos un equipo, aunque sea el buggy y nosotros el 4x4, y aquí estamos todos para intentar ganar este Dakar", relata Nani.
"Al final pinchamos otra vez. Teniendo en cuenta todo lo que hemos vivido hoy, es para estar contentos con el resultado", añade. Y es que pese a todas las dificultades de la jornada, el piloto de Folgueroles consiguió terminar tercero en la etapa, tras Loeb (Peugeot) y Al-Attiyah (Toyota), y manteniendo el mismo puesto en la general, tras el qatarí y su compañero de equipo X-Raid, Peterhansel.
Mañana es etapa de descanso en el Dakar. "Toca reparar el coche de los desperfectos sufridos hoy y descansar de todos estos días", concluye Nani