Hasta que Carlos Sainz ganó el Rallye de Finlandia de 1990, la prueba con sede en Jyväskyla era coto privado de los pilotos locales y suecos. ‘El Matador’ abrió el camino que muchos años después siguieron dos ilustres franceses: Sébastien Loeb y Sébastien Ogier.
Los ‘Seb’, los dos pilotos con más títulos y victorias en la historia del Campeonato del Mundo de Rallyes, les costó -más de lo habitual en otras pruebas- lograr su primer triunfo en el rallye de los 1000 lagos.
La historia quiso que el primer éxito de ambos en suelo finlandés se produjese el mismo día, el 3 de agosto, aunque separados por cinco años. Loeb cantó victoria en la edición de 2008 tras imponerse por la mínima a Mikko Hirvonen, mientras que su tocayo ganó en 2013 con su VW Polo R WRC ante Thierry Neuville.
No deja de ser curioso que los dos Sébastien rompieran sus respectivas ‘maldiciones’ en Finlandia el mismo día, un dato que demuestra una vez más las carreras casi idénticas en todos los ámbitos que han vivido ambos en el WRC.