Desde su debut en el Campeonato del Mundo en 2017, el Toyota Yaris WRC se ha mostrado como un coche súper competitivo, logrando tres títulos mundiales (uno de marcas y dos de pilotos), pero con algunos problemas de fiabilidad en su motor.
De hecho, el equipo nipón es este el apartado en el que más ha trabajado en los últimos años, presentando diferentes evoluciones que han ido mejorando la fiabilidad del propulsor. Ahora, en los últimos meses de vida del Yaris WRC, Toyota estrenará en el Rallye de Portugal un nuevo motor que, por primera vez, se ha fabricado íntegramente en la sede de Toyota GAZOO Racing Europe en Colonia, Alemania.
“Hemos tenido el motor listo por un tiempo y, debido a que es una mejora en el motor anterior, queríamos usarlo lo más rápido posible. Pensamos en Croacia, pero Portugal fue más sencillo”, ha comentado Tom Fowler, director técnico del Toyota GAZOO Racing al medio DirtFish. “El motor definitivamente tiene más caballos, eso puede sonar extraño, pero no siempre es el caso con nuestras actualizaciones; hemos realizado actualizaciones basadas en el par en el pasado. Como hablamos antes, un desarrollo significativo, incluso si no es un desarrollo tradicional, es que el coche se fabrique completamente en nuestras propias instalaciones ahora".
No sólo potencia, el nuevo motor que montarán los Yaris WRC de Sébastien Ogier, Kalle Rovanperä y Elfyn Evans en Portugal también tienen algunas mejoras en el apartado de la fiabilidad. "Hemos cambiado algunas piezas que estaban dando problemas”, ha añadido Fowler sin confirmar que uno de estos problemas fue el mismo que causó el abandono de Sébastien Ogier en el Rallye de Turquía del año pasado.