El director técnico de Toyota Gazoo Racing WRT, Tom Fowler, ha revelado cuál es el origen del fallo en el motor del Yaris WRC que supuso el abandono de Sébastien Ogier en el pasado Rallye de Turquía.
Cabe recordar que la avería, producida en la penúltima especial (Çetibeli) de la ronda otomana obligó al francés a ceder el liderato del Mundial de Rallyes a su compañero Elfyn Evans. Concretamente, el hexacampeón de la especialidad, se detuvo cuando apenas restaban unos kilómetros para la conclusión de la prueba con sede en Marmaris por un problema mecánico, lo que le impidió sumar un buen puñado de puntos que pueden resultar cruciales en la batalla por la corona, especialmente en este certamen tan recortado en fechas por la pandemia.
Tras el suceso, el de Gap ha caído a la segunda plaza de la General con 18 puntos menos que su vecino de garaje galés. Cuando los coches regresaron a las instalaciones centrales en Puuppola, el bloque del Yaris WRC de Ogier se envió a las instalaciones del equipo en Colonia (Alemania).
Una vez allí se procedió al análisis de la unidad con el objetivo de descubrir cuál había sido la causa que dejó KO al corredor galo. Y después de varias comprobaciones en unas instalaciones en las que, por cierto, se fabrican los motores 1.6 del Yaris WRC.
“El modo del cambio de marchas se realiza por medio de un motor eléctrico, el cual dispone de un imán que forma parte de dicho motor que fue donde se detectó la avería. De hecho se hizo añicos”, ha detallado Fowler.
“Tenemos la sospecha de que todo se ha debido a un defecto de fabricación del propio imán. Pero lo estamos investigando para tratar de comprender por qué se produjo dicho fallo, puesto que estaba dentro de los límites de funcionamiento”.
“Lo único seguro es el hecho de que el primer cilindro no funcionaba. Cuando el coche volvió de los tramos (en Turquía) echamos un vistazo en el interior del motor y tras los primeros análisis comprendimos que el cilindro no funcionaba. No obstante, hasta que no se desmonte completamente el motor y se realicen estudios exhaustivos, se desconocerá dónde está el origen que motivó la rotura del imán", concluía Fowler.