Hyundai revivió el pasado fin de semana unas emociones similares a las experimentadas al término del 90º Rallye de Monte-Carlo. En la primera cita del campeonato la frustración se apoderó de todos los integrantes del equipo con base en Alzenau. Los problemas de fiabilidad y la falta de rendimiento les adentraron en una crisis que posteriormente lograron corregir, aunque todavía se reporducen algunos de sus síntomas.
Thierry Neuville ha sido el más perseguido por las averías. El belga, a pesar de marchar segundo en la clasificación del certamen, concluyó el evento africano inmensamente contrariado y lamentando las nulas recompesas que otorga al equipo: "No hay nada que decir. Estoy muy decepcionado con el resultado, no solo por mí, sino también por los mecánicos. Ellos están trabajando realmente duro y no reciben nada a cambio".
Que el i20 N Rally2 sea rápido solo genera más frustración: "Con tiempos como el del Power Stage podemos ver que el coche tiene la velocidad, lo sabemos. Pero con este ya son seis rallyes seguidos en los que hemos tenido algún tipo de problema. De alguna forma nos tenemos que quedar con lo positivo. Los puntos en el tramo de bonificación salvan un poco los muebles, aunque también hace la situación más frustrante".