Quien no llora, no mama. El refranero español es sabio y la FIA ha demostrado, una vez más, que cuando los equipos oficiales se ponen de acuerdo, cede. Tras los rallyes de Montecarlo y Suecia, las tres marcas oficiales que compiten en la categoría reina del WRC elevaron sus quejas al organismo rector del automovilismo mundial por las diferentes fallas técnicas que han sufrido las recién estrenadas unidades híbridas de los Rally1.
Cuando las luces verdes se vuelven rojas, los equipos deben detenerse y esperar a que se solvente el problema, lo que se traduce normalmente en abandonos por no poder continuar con el horario establecido de una etapa de competición.
Con el objetivo de no lastrar de forma tan aleatoria a los equipos, la FIA remarcará todavía más las zonas de ‘asistencia’ para atender estos problemas técnicos entre tramos, además de suavizar sustenciblemente la penalización por no poder disputar un tramo por esta circunstancia, que pase de los 10 minutos habituales a los dos.