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Con tan sólo cinco tramos para el final del Rallye de Australia, los cuatro primeros clasificados se encuentran en poco más de nueve segundos. Sébastien Ogier lidera con sus compañeros Jari-Matti Latvala y Andreas Mikkelsen justo detrás, pero es Kris Meeke, a tres décimas del francés, el que puede marcar la diferencia y luchar cara a cara contra los tres hombres de Volkswagen – en un momento en el que necesita resultados positivos más que nunca.
Nada más comenzar la mañana a los pilotos les aguardaba uno de los tramos más largos del año: Nambucca, con 50,80 kilómetros. Stéphane Lefebvre, ya en Rally2, era el encargado de limpiar pista, por lo que su tiempo fue bastante más lento que quienes le seguían. Tal fue la lucha entre los pilotos Volkswagen que al final del tramo un segundo separaba a los tres pilotos. Mientras tanto, Meeke le birlaba el liderato a Latvala, mientras que Ott Tänak rebasaba a Thierry Neuville y Hayden Paddon escalaba a la quinta posición tras marcar el scratch – adelantando así a un Dani Sordo que se encontró sin frenos traseros – por lo visto, una pinza estaba desconectada – durante todo el tramo. Peor fue la suerte de Lorenzo Bertelli, a quien un problema de motor le dejó fuera de combate tras el segundo parcial.
Tras una maratón como Nambucca, el corto tramo de Valla era el encargado de cerrar el bucle. Las diferencias aumentaron y redujeron en cuestión de décimas, pero Meeke logró continuar al frente del rallye con los tres Volkswagen pegados a su estela. Paddon marcó de nuevo el scratch, quedándose a menos de diez segundos de Meeke en quinta posición al término del primer bucle.
Para el segundo bucle el ritmo del neozelandés de Hyundai no fue tan explosivo, viéndose superado por los cuatro hombres de delante cuando sus neumáticos aguantaron tan sólo treinta y cinco kilómetros. El último tramo del bucle se disputó de noche, por lo que para paliar la falta de visibilidad con el polvo en suspensión el intervalo de pilotos se aumentó hasta cinco minutos. Pese a ello, varios pilotos como Mikkelsen o Elfyn Evans tuvieron algunos problemas – el galés perdió el control de su Fiesta RS WRC en sexta. Ogier volvió a marcar el scratch, superando a Meeke por 2,7 segundos y colocándose líder al final de la jornada por tan sólo tres décimas – tanto Latvala como Mikkelsen se mantenían a menos de diez segundos de diferencia, con Paddon a veinte segundos en quinta posición.
Cerraban las diez primeras posiciones Tänak, Neuville, Sordo (intercambiaron posiciones tras un gran tiempo del belga en el TC-12), Evans y Nasser Al-Attiyah, quien mantenía el liderato de WRC2 tras un problema de pérdida de potencia y una ofensiva de Yuriy Protasov – quien fue detenido en el TC-9 por un rebaño de vacas extraviadas, las cuales también se encontró Abdulaziz Al-Kuwari. Los hermanos Pedder tampoco fueron afortunados en la segunda jornada, con Scott saliéndose en el primer tramo y perdiendo varios minutos – mientras que Mark tampoco logró acabar.
De cara a la última jornada restan cinco tramos, los cuales comenzarán a disputarse en torno a las doce de la noche (hora española), prolongándose hasta pasadas las cinco de la madrugada. Wedding Bells será recorrido en dos ocasiones, terminando la prueba como Power Stage.