Como un veterano. Kalle Rovanperä sigue demostrando que este fin de semana está dispuesto a inscribir su nombre en la lista de ganadores de una prueba del Campeonato del Mundo, algo que le convertiría en el más joven en lograrlo arrebatándole el récord de precocidad a su jefe Jari-Matti Latvala. Pero para eso todavía queda mucho.
De momento lo que está claro es que el finlandés de Toyota se irá a dormir en cabeza del Rallye de Estonia con una ventaja de 8.5 segundos sobre un sorprendente Craig Breen. El irlandés de Hyundai, que ya fue segundo en esta prueba en 2020, ha sido el único capaz de rodar a un ritmo parecido al de Rovanperä y la victoria en el país báltico está, seguramente, entre ellos dos.
Seguramente porque el tercer clasificado, Thierry Neuville, ya está a 53.4 segundos del líder, un mundo en unos tramos tan rápidos en los que marcar grandes diferencias es casi misión imposible. El belga de Hyundai ha mejorado en el segundo bucle, logrando superar a Sébastien Ogier por seis segundos.
El siete veces campeón del mundo ha vuelto a salvar, con un resultado bueno, una primera etapa en la que abrir pista le ha perjudicado en la mayoría de los ocho tramos disputados. Tras el francés, además, se clasifica su máximo rival en la pelea por el título, Elfyn Evans, que está a 15.7 segundos de su jefe de filas.
Teemu Suninen y Pierre-Louis Loubet son sextos y séptimos, siendo los últimos equipos con maquinaria World Rally Car en un día exigente en el que hemos vivido, en el bucle matinal, los abandonos de Ott Tänak, Takamoto Katsuta y Gus Greensmith.
Mañana segunda etapa de un Rallye de Estonia que llevará a los equipos a disputar nueve especiales que totalizarán 132 km contra el crono, lo que será el día más largo y, quizá, decisivo de la prueba báltica.