No muchos equipos permiten a sus pilotos luchar por la victoria sin órdenes de ningún tipo que alteren el resultado. En ese reducido listado aparece el Toyota Gazoo Racing WRT. Aunque siempre es una decisión arriesgada por lo que podría suponer un exceso de fogosidad, lo cierto es que nunca se ha vuelto en contra de los nipones, que ya van por su sexta temporada desde que regresaron al Mundial de Rallyes en 2017.
Y esa oportunidad de ganar en la carretera no la desperdicia ninguno de los implicados. Los GR Yaris Rally1 de Kalle Rovanperä y Elfyn Evans se baten el cobre al norte de Suecia. Uno ataca, el otro también. Tú preguntas, yo respondo. La batalla entre el finlandés y el británico no escatima en golpes, pero los más certeros los está asestando el líder virtual del campeonato, que cierra la segunda etapa con un liderato de 8.3".
Quizá lo sucedido al vigente subcampeón en la última curva de la especial que ponía punto final a una trepidante etapa de sábado pese en su planteamiento para las cuatro de mañana. En la repetición del tramo más largo del día su compañero le endosó 4.5", una diferencia importante en eventos con las características de los nórdicos. Intentando recuperar, al menos unas décimas, Evans casi dice adiós al fin de semana.
En una agresiva entrada a meta, confiando en la rigidez del banco de nieve exterior, su Toyota salió rebotado a la dirección que menos esperaba, cruzando la pancarta roja por encima del banco de nieve. Su ataque quedó en nada. Llegó Rovanperä y amplió la renta con la que comanda la clasificación en 2.6"... y con susto en el mismo punto que su vecino en las carpas niponas. Pero a él no le importa. El reloj juega a su favor.
Thierry Neuville frustra el triplete de los defensores de la corona de fabricantes. El belga, que claudica ante la superioridad en ritmo de sus predecesores, supera a un Esapekka Lappi desdibujado. Se siente cómodo. Sin embargo, esa sensación no se traduce en sus registros. El de Hyundai, de hecho, le rebasó en la tabla en una cronometrada en la que había cometido un semitrompo, error con el que cedió unos 5".
Por detrás del cuarteto de cabeza, problemas con el pedal de acelerador remataron un sábado que ya era de pesadilla para Oliver Solberg. El sueco, sin opciones a inquietar a un top cuatro por el que ayer luchaba, marchaba en un solitario quinto lugar hasta que la mecánica de su Hyundai se lo permitió. Aprovechando el percance y la posterior penalización que recibió el ídolo local, Takamoto Katsuta, satisfecho con sus tiempos.
En M-Sport Ford retornan a la cruda realidad. Con Sébastien Loeb en otros menesteres, la gloria del Monte-Carlo se ha esfumado de un plumazo. Si en la mañana del viernes abandonaba Craig Breen, en la tarde del sábado también. Su Puma Rally1 se quedó de repente sin potencia. Al galo Adrien Fourmaux le lastra una avería en el motor. Gus Greensmith, ocupando la sexta plaza, salva medianamente los muebles.