Andreas Mikkelsen considera que puede pelear por podios y victorias más a menudo en la segunda parte de la temporada 2018 del Campeonato Mundial de Rallyes. Siendo su primera temporada completa con el Hyundai i20 Coupé WRC, en las seis primeras pruebas del año ha tenido diversos problemas que le han impedido sacar el máximo potencial, siendo hasta el momento su mejor resultado el tercer puesto que consiguió en el Rallye de Suecia.
En las primeras pruebas del año Mikkelsen no ha conseguido poner su coche ‘al dente’ en el sentido del equilibrio general – un ejemplo de la complejidad de los reglajes del diferencial central que llevan los World Rally Cars actuales y cómo interactúa con los otros diferenciales así como el resto del entramado. Según el medio Motorsport.com, el noruego dio con la tecla en los test previos a Portugal y estaba a gusto con el coche, pero los problemas en la dirección asistida y en el motor que tuvo durante la primera etapa le impidieron volver a casa con un buen resultado.
“Ha sido una pesadilla en cierto modo. Cuando por fin siento que puedo conducir el coche a mi gusto tuve esos problemas, es algo frustrante. Por supuesto que me cabreó lo de Portugal y me hubiera encantado conseguir un buen resultado, pero estoy aliviado porque al fin tengo un coche que me gusta”, declaró Mikkelsen.
“Hemos trabajado mucho y cambiado cosas con los diferenciales. Antes me costaba meter el coche en las frenadas y cuando daba gas se me iba de atrás. Ahora puedo meter mejor el morro y la zaga es más estable, hemos puesto la parte trasera más blanda y mayor apertura en el diferencial delantero. Creo que hay más cosas que mejorar, pero vamos en la dirección correcta”, continuó.
“Yo y Anders (Jaeger, su copiloto) hemos estado algo frustrados. Creíamos que la gente creía que habíamos perdido fuelle, pero la verdad es que no teníamos el feeling correcto con el coche y a este nivel de competición hay que ser uno con el coche. Me he estado peleando en cada curva este año, pero esto va a funcionar en Cerdeña”, concluyó el noruego.