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Relegado de Citroën, el joven piloto nórdico ha encontrado en M-Sport su nuevo hogar. Después de haber pasado ya por los mandos del C3 y Toyota Yaris WRC, ahora es el turno del Ford Fiesta. Un coche en el que tiene depositadas muchas esperanzas y con un equipo con el que también espera lograr grandes resultados. 2020 será un año de adaptación para en el 2021 intentar alcanzar retos mayores.
"No espero mucho de este año. La próxima temporada, 2021, puede ser mi año. Aún no estoy preparado para luchar por el campeonato. Todavía tengo algunos pasos que dar. Me gustaría reducir la diferencia con la cabeza este año. Ellos van muy deprisa", confirmaba el propio Lappi al medio Rallit.fi. Con casi treinta años, su experiencia en el categoría reina es excasa, por ello piensa ya con el 2021 en su mente.
Esta ha sido una pretemporada de cambios, ya que apenas solo Thierry Neuville y Teemu Suninen se mantienen en el mismo coche. Tanto él como su excompañero, Sébastien Ogier han tenido que buscarse la vida después del adiós de Citroën. Además, Ott Tänak también ha decidido dar un soplo de aire fresco a su carrera apostando por Hyundai, dejando a Rovanpëra y Evans como compañeros del galo en la firma japonesa.