El WRC aterriza en Japón para su penúltima cita con un Elfyn Evans líder. El británico es el único de los tres contendientes de Toyota que todavía no sabe lo que es ser campeón del Mundo, por lo que está ante uno de los momentos más importantes de su carrera.
Tras salvar con buen papel gran parte de la temporada abriendo pista y tirando de regularidad, el galés lucha de tú a tú frente de los dos 'cocos' del WRC, Ogier y Rovanperä, quienes parten tras él a falta de dos citas.
El buen bagaje de Evans en Japón es uno de sus puntos a favor, pero con el Mundial en juego las estadísticas de otros años sirven de poco. Este fin de semana Evans está ante su primera bola de partido, aunque de manera muy remota.
Sobre lo especial que es correr en Japón, casa Toyota, Evans comentó: “El Rally de Japón siempre es una semana importante, ya que es la prueba de casa para TGR, y hay un ambiente muy especial". En cuanto a la dificultad de la cita, el galés no dudo en señalar su complejidad, "no es un rally fácil, con tramos muy exigentes y sinuosos, y en los últimos años hemos visto condiciones bastante difíciles en ocasiones. Incluso cuando está seco, hay muy poco margen de error y es fácil cometer un pequeño pero costoso error".
Su filosofía para el fin de semana parece clara: "la primera clave es pasar sin problemas, y luego se trata de tener buenas sensaciones con el coche y mantener la concentración en todas las curvas", reflexionaba. "Hemos tenido buenas actuaciones allí en el pasado y apuntaremos lo más alto posible de nuevo para intentar conseguir un buen resultado para el equipo en casa y para nosotros mismos en el campeonato”, cerrando así su balance previo al desafío japonés.
Declaraciones vía Toyota GAZOO Racing.