El equipo Toyota y sus integrantes no luchan por ninguno de los tres títulos en el Rally de Japón. La formación dirigida por Jari-Matti Latvala cumplió los deberes antes de tiempo. Sin embargo, sí se juegan parte de su orgullo en la última prueba de la temporada. Los aficionados locales llevaban años esperando por el regreso del Campeonato del Mundo al continente asiático. Esa ilusión tienen que corresponderla con una victoria.
El fin de semana comenzaba con el scratch de Sébastien Ogier en la especial nocturna del jueves. Las opciones del francés a dedicar ese triunfo se esfumaron en la mañana siguiente con un pinchazo. Kalle Rovanperä recogió un liderato al que poco después accedería Elfyn Evans. El galés cerró el viernes al frente y el bucle matinal de la jornada del sábado lo ha aprovechado para reafirmar su condición de primer clasificado.
El británico, sorprendentemente cómodo con el comportamiento de su GR Yaris Rally1, precede a los Hyundai de Thierry Neuville y Ott Tänak. Rovanperä había amanecido en el grupo de candidatos al peldaño más alto del podio, pero una sucesión de toques han motivado su descenso a los infiernos. El finlandés golpeó un talud en 'Nukata Forest'. El impacto provocó un pinchazo. En el tramo posterior, otro error dañó una rueda más.
Sin alternativas en el maletero de su vehículo, el campeón del mundo completó la última cronometrada de la sección con el compuesto que había cambiado en el TC-8. Así ha logrado regresar al parque de asistencia, aunque para luchar contra sí mismo en lo que resta de competición. Ni siquiera figura dentro del top diez absoluto. Los Takamoto Katsuta, Gus Greensmith y Sébastien Ogier le endosan una minutada importante.
En WRC2, impresionante despertar de Emil Lindholm. El de Toksport WRT, con la ruta hacia el entorchado despejada tras la salida de carretera de Kajetan Kajetanowicz, se adjudicó tres contundentes scratchs que le permiten recuperar la batuta de mando y endosar casi veinte segundos a su paisano Teemu Suninen. El de Hyundai Motorsport afirma que tiene "mucho trabajo por delante". El joven Sami Pajari ocupa la tercera plaza.