Andreas Mikkelsen y sus opciones resucitan en Estonia. El noruego tenía la imperiosa necesidad de cosechar una victoria y a esta añadió el máximo botín de puntos en el Power Stage. El motor se su Skoda Fabia Rally2 Evo no experimentó ningún fallo términal y el vigente campeón impuso su condición a Teemu Suninen. Los nórdicos protagonizaron la batalla más emocionante de la cita báltica, arriesgándolo continuamente todo.
El piloto de Toksport WRT no partía al tramo de bonificación con la situación a su favor. En las cuatro primeras especiales de la etapa mantuvo diferencias con su perseguidor, pero en la penúltima, cuando apareció la lluvia, el de Hyundai Motorsport recortó la mayor parte de la renta de su rival. En la cronometrada que decidiría esta lucha las precipitaciones se intensificaron aún más. Sin embargo, Mikkelsen encontró la confianza.
A la mejoría de sus sensaciones luego se uniría un problema mecánico en el i20 N Rally2 de Suninen. El finlandés perdió dos de los cuatro cilindros de su unidad de potencia, no quedándole otro remedio que aceptar la medalla de plata. Marco Bulacia y Diego Vallejo, por su parte, abandonaron en las postrimerías de la prueba por una salida de carretera. Este incidente promocionó a Emil Lindholm al tercer peldaño del podio.