Uno de los focos de atención del Rallye Tierras Altas de Lorca fue la participación de Laia Sanz, que se estrenaba al volante del Toyota GR Yaris RZ de CSM-TOYOTA Grup Automoció en una competición nueva para ella –anteriormente, había participado en una única prueba nacional, el Rallye Ciudad de Granada de 2024–. La 20 veces campeona del mundo de trial y enduro supo adaptarse al pilotaje escuchando las notas cantadas por Luka Larrosa y demostró una gran progresión: sexta en el TC2, quinta en el TC3 y tercera en el TC4.
Todo iba de maravilla hasta que en el TC5 una piedra levantada por el coche anterior golpeó los bajos y dañó un sensor que puso el vehículo en modo protección. Eso forzó a Sanz y Larrosa a reparar en la asistencia para poder reengancharse. En los dos últimos tramos de la prueba, recuperaron las buenas sensaciones y volaron para marcar dos terceros puestos, uno de los cuales a solo 4 segundos del primero. Al final, octavo puesto para ellos y primeros puntos en la clasificación general de la copa.
“Estoy muy contenta de cómo fue esta primera carrera. El objetivo era aprender, y lo hicimos. Creo que podíamos optar al podio, y es una pena que no haya podido ser, pero me quedo con lo positivo. Tuvimos muy poco tiempo para preparar esta prueba con el Yaris, Luka y el equipo, por lo que creo que hemos tenido una adaptación muy buena, de menos a más, sin tener ningún susto y con un ritmo que hemos ido incrementando”, celebra la de Corbera de Llobregat.