La noticia de su vuelta a los tramos del nacional en Madrid corrió como la pólvora, y no es para menos, ya que desde Ourense, la afición española aguardaba por una de sus parejas más queridas. Su palmarés le avala como uno de los apellidos más destacados dentro del panorama automovilístico nacional. Y para ‘despedirse’ del CERA, que mejor lugar que Madrid.
En la cita de la capital, Sergio y Diego Vallejo han conseguido subir a lo más alto hasta en cinco ocasiones, todas ellas con el bólido germano. Su reciente paso por los modernos R5 no le ha resultado tan satisfactorio como pretendían. Problemas mecánicos y de presupuesto, falta de motivación…y una sola victoria con el DS3 R5 le han llevado a recuperar sensaciones con el Porsche.
Casi cuarenta triunfos durante sus ocho años de relación con la marca alemana, suscita que hablar de Porsche en los rallyes españoles es casi imposible sin nombrar a los Vallejo. Además, a lo largo de estos años, Sergio y Diego Vallejo han conseguido dos títulos nacionales, uno de ellos, el más reciente, logrado de la mano de su equipo más familiar.
Hace siete años, Sergio y Diego separaban sus caminos del equipo Nupel, una estructura con la que conseguían su primer título nacional. Ese año supuso el inicio de una nueva etapa dentro de su carrera deportiva, teniendo que destacar como no, aquel Rallye de Ourense donde, a los mandos de un 207 S2000, Vallejo plantó cara al mundialista Xevi Pons.
Tras la etapa de los S2000, fue el turno del atrevido programa con el Lotus. Una montura con la que compitió apenas cinco rallyes y en la que los resultados no fueron todo lo buenos que se esperaba. A mediados de 2011, Vallejo volvía al Porsche y lo hacía de la mejor de las maneras, venciendo el Rallye de Ferrol. Unos cuantos años antes, en 2006, Vallejo cató por primera vez el Porsche. Un vehículo que le ha enamorado.
La llegada del 2000 y hasta el 2005 estuvo marcada por las limitaciones de prestaciones que ofrecía el producto de la marca italiana. Aún así, la dupla lucense conseguía curiosos resultados frente a los temidos S1600 de otras marcas como: Peugeot o Citroën. Las firmas francesas, también tuvieron su etapa en la vida de los Vallejo.
A la marca del león llegó tras haber vencido el Desafío Peugeot en 1994. Años después, Vallejo afrontó el trofeo que la marca de los chevrones organizaba en España, poniendo como protagonista al modelo ZX. No logró vencer, pero la buena impresión causada le servía para en 1998 poder dar el salto al Citroën Saxo Kit Car, consiguiendo grandes resultados en el 99 con Mario Tomé a su derecha.
Antes de partir por primera vez en el Rallye de Noia de 1985, Vallejo ya había disputado alguna que otra gincana en la que sorprendió con su rápido andar. Desde aquel debut, con un Seat Panda y acompañado por su amigo Raúl Rego, han sucedido muchas cosas. Brilló en un Rías Baixas, donde la familia de Roberto Blach le bautizó como ‘El Lobo de Meira’.
Un apodo que le ha acompañado durante toda su etapa deportiva y que llegaba a él, luego de su estratosférico rendimiento en las especiales nocturnas y con niebla. Unos años después, exactamente en 1996, llegaría su primera victoria absoluta, ya con su hermano Diego Vallejo a la derecha y a los mandos de un Citroën ZX, también en la cita de la ciudad viguesa.
Volverán a tantear los tramos del nacional seguro, aunque de manera más ocasional de lo que venían haciendo en sus últimos programas deportivos. Durante este tiempo, aunque pueda parecer de descanso total, la dupla lucense ha estado trabajando en futuros proyectos que se avecinan muy atractivos, tal y como Sergio ha confesado en sus redes sociales.
Tierra, raids, montaña…podrían ser alguna de las modalidades en las que aterrice el equipo gallego, aunque por el momento habrá que esperar para despejar más dudas sobre su porvenir. Lo que sí está claro es que por el momento, todavía hay Sergio Vallejo para rato, ya que colgar los guantes no está entre sus planes más inmediatos.