Hace tres o cuatro temporadas, el público pedía, suplicaba, un relevo generacional. Casi se exigía a cualquier implicado en el Campeonato, marcas, sponsors o equipos, caras nuevas que trajesen aire fresco al CERA. Parece que de una forma natural, los jóvenes se están haciendo fuertes, coexistiendo aún con los grandes veteranos en los mismos tramos.
Es sintomático que la lucha real por el podio en Orense estuviese centrada en tres jóvenes pilotos, más que promesas, grandes realidades. Y es que el espectáculo dado por Cristian García, Jose Antonio Suárez e Iván Ares fue de muchos quilates. Como la experiencia sigue siendo un grado en el CERA, la tercera plaza del podio al final cayó del lado de Pedro Burgo, pero sólo él sabe lo mucho que le costó alcanzarla, puede que incluso tenga más valor que una victoria conseguida antes de la explosión del #BabyCERA. Pero no sólo en la cabeza de carrera hay representantes de esta nueva generación, hay jóvenes sobradamente preparados en todas las categorías, y nombres como Surhayen Pernía, Adrián Díaz, Javier Pardo o Roberto Blach, por resaltar a algunos de los presentes en la cita orensana, están llamados a hacer cosas importantes en el CERA y puede que más allá.
Sobresale el nombre de Cristian García, que no solo es el actual Campeón del CERA, sino que esta temporada es un sólido líder. La sensación general es que está preparado para retos mayores. Queda mucho para que acabe el año, pero un segundo título consecutivo debería de ser aval suficiente para que una marca que esté buscando a un piloto con proyección internacional se fije en él y le apoye de manera decidida. Tiene la formación adecuada desde la base, Copa Suzuki, Beca RMC, etc. Sobresale en asfalto y tiene una base sólida en tierra, la cual sigue depurando siempre que hay oportunidad y, sobre todo, es un experto en el dominio de la prueba. Sabe cuándo dar el golpe, cuándo mantener las distancias y cuando guardar la ropa anteponiendo los objetivos a largo plazo antes que las alabanzas efímeras. Gestionar la consecución de las victorias no es fácil, y es un arte que sólo los mejores saben dominar.
No es el único joven destacable que es producto del CERA, pero sí que es el más destacado por ser el único que ya ha sido Campeón. Todos enriquecen el CERA y le hacen crecer y la cohabitación con los expertos del Campeonato da un punto extra de exigencia a su formación. El CERA vive un momento álgido y hay que aprovecharlo. Debe de ser una plataforma ideal para el crecimiento deportivo de nuestros jóvenes y también de su desarrollo mediático. Unos deportistas jóvenes y prometedores deberían traer también nuevos aficionados al deporte, gente de la misma generación que se vean representados en estas nuevas figuras, de ahí la importancia de aprovechar éste momento tan especial. Es el momento perfecto y el #BabyCERA debería ser el auténtico revulsivo para el Campeonato. Aprovechémoslo.