Después de las buenas sensaciones y la velocidad acreditada en el asfalto del Rallye Islas Canarias, José María Chema Reyes llegaba con la máxima motivación a la cuarta cita puntuable para la Beca Junior R2, el Rallye de Ourense.
Conociendo lo técnico del recorrido de la cita gallega, el piloto de Boadilla del Monte había trabajado más que nunca en la preparación de esta prueba, junto con su equipo, el TRS Racing Team, a sabiendas de que los tramos del norte de España entrañan siempre un auténtico desafío para los pilotos foráneos.
Como resultado de todo ese esfuerzo, el buen hacer de Reyes quedó demostrado desde que comenzó el rallye el viernes, a primera hora de la tarde, cuando los pilotos de la Beca Junior R2 comenzaron a batirse por los resbaladizos tramos de la provincia orensana, muy húmedos y resbaladizos a consecuencia de las lluvias intermitentes que condicionaron la carrera.
Copilotado por José Antonio Vázquez Barrán, el madrileño finalizó la primera especial tercero entre los participantes del certamen promocional organizado por la Real Federación Española de Automovilismo. Una posición desde la que promocionó en el siguiente tramo, donde el piloto del TRS Racing Team escaló a la segunda plaza de la Beca Junior R2, después de quedarse a sólo siete décimas del scratch.
Reyes se postuló así de cara al podio antes de afrontar el siguiente bucle, ya de noche y bajo una copiosa lluvia que acentuó todavía más la dificultad de los tramos orensanos. Unas circunstancias sumamente azarosas, que, lamentablemente, dieron al traste con la magnífica actuación que estaba cuajando hasta ese momento el piloto de Boadilla del Monte.
El buen trabajo efectuado durante los kilómetros iniciales se diluyó en los metros iniciales del tercer tramo. El abanderado del TRS Racing Team perdió el control de su Peugeot 208 VTi R2 cuando negociaba una de las primeras curvas del recorrido, y sufrió un toque –afortunadamente, sin consecuencias físicas ni para él ni para su acompañante– que le obligó a abandonar.
Un infortunio que, sin embargo, no amilana la moral de Reyes y Barrán, ansiosos ambos por seguir progresando junto al equipo de José Ramos, con el que volverán a competir la próxima semana, en la segunda cita puntuable para la nueva monomarca ibérica que ha organizado Peugeot, el Rallye de Castelo Branco, programado entre el 30 de junio y el 1 de julio en la zona norte de Portugal.
Chema Reyes: “Teníamos muchas ganas de hacerlo bien en Ourense. Nos habíamos preparado con mucha ilusión, pero, por desgracia, no pudimos rematar el resultado que nos hubiese gustado. Aunque, hasta ahora, no habíamos corrido prácticamente sobre asfalto mojado con el Peugeot 208 VTi R2 del TRS Racing Team, las sensaciones en los primeros tramos fueron bastante buenas. No nos esperábamos acabar la primera sección segundos, a escasa distancia de los líderes, así que salimos al bucle nocturno del viernes con muchas ganas de seguir atacando. Pero nos equivocamos... Las referencias que nos llegaron del tercer tramo era que estaba completamente empapado, así que decidí hacer un cambio en los reglajes que, quizá, no tocaba. Calentando ruedas ya noté que el coche respondía de manera diferente. Salí al tramo a ver cómo iban las cosas y, al negociar la tercera curva, el coche me dio un latigazo en plena trazada que no pude remediar. Fue un golpe seco, nada grave, pero allí se acabó para nosotros el rallye... Una lástima, porque creo que podríamos haber dado guerra al día siguiente. De todas formas, estoy muy ilusionado por seguir evolucionando en las próximas carreras y demostrar lo que sabemos hacer”.