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Toyota Gazoo Racing tuvo que utilizar hasta cuatro motores nuevos para llevar a cabo la sesión de pruebas más reciente, que tuvo lugar en unos tramos de tierra en Cataluña entre los días dieciséis y veinte de mayo. La fiabilidad es en estos momentos el punto más débil del Toyota Yaris WRC, prototipo que será homologado de cara a la temporada 2017 del Campeonato Mundial de Rallyes.
TMR preparó hasta cuatro motores nuevos de diferente especificación, siendo hasta el chasis uno diferente (sin estrenar) al que rodó en los bosques de Finlandia a mediados de abril. El primero fue utilizado hasta la extenuación – a los treinta kilómetros de los test del martes el propulsor llegó a su límite. Colocaron otro motor para continuar las pruebas, pero al final del mismo martes Mäkinen golpeó el interior de una curva demasiado fuerte y dañó una de las ruedas del prototipo.
El miércoles rodaron con otro propulsor, el más potente de los cuatro, pero por desgracia no llegó a cubrir más de cincuenta kilómetros – se rompieron los colectores, la caja de cambios y al final el motor en sí también cedió. El cuarto motor utilizado es el que llevó Juho Hänninen del jueves diecinueve en adelante: un motor con menos caballos, pero que fue capaz de aguantar tres días seguidos y hasta setecientos kilómetros de test. Al final del tercer día ya comenzaba a sonar de manera sospechosa, pero fue suficiente para comprobar el funcionamiento del resto de componentes del Yaris WRC.
El apartado aerodinámico es un aspecto que Gazoo Racing se ha tomado en serio – tanto que los frenos y las suspensiones sufren con la cantidad de carga que genera el coche. Mäkinen ha optado por unas suspensiones hidráulicas BOS Engineering CR60, con tres niveles de ajuste, sistema CAS y diferentes opciones de compresión y rebote que aún se han de estudiar a fondo para optimizar el funcionamiento del conjunto.
Como resultado positivo de estos test es que el Yaris WRC ha demostrado ser un coche rápido en rectas y tener un buen paso por curva, dos aspectos importantes para una nueva generación de coches con sesenta caballos más y una mayor carga aerodinámica. Pese a todos los problemas, Mäkinen ya cuenta con cientos de kilómetros de experiencia mientras que Hyundai y M-Sport han decidido esperar a los meses de junio y julio para comenzar a rodar con sus prototipos de 2017.