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Con un nivel altísimo como el que vive a día de hoy el campeonato del mundo de rallyes, los pilotos y copilotos tienen que tantear muy de cerca las múltiples trampas que esconden los diferentes tramos cronometrados, pasando la mayoría de veces a escasos milímetros con el objetivo de ajustar al máximo un buen tiempo en la llegada del tramo. En este caso, Kris Meeke fue víctima de una cepa que también Andreas Mikkelsen sufrió en el pasado.
Con el rallye casi terminado y mientras batallaba por las posiciones de gloria, Kris Meeke cometía un error que le hacía tirar por la borda todo el buen trabajo logrado a lo largo del fin de semana. Apenas unos metros después de haber tomado la salida en la mítica especial de Fafe, el británico tocaba un interior y se veía obligado a abandonar, no pudiendo así certificar su primer podio dentro de la estructura de Toyota.
Si echamos la vista atrás, más concretamente al año 2017, Andreas Mikkelsen sufría una situación similar. Por aquel entonces, sin un asiento asegurado en alguno de los equipos del WRC, el piloto noruego y Skoda unían fuerzas para mostrar al mundo todo el potencial que ofrecía el Skoda Fabia R5. Hasta el momento, el ahora piloto de Hyundai venía liderando de manera holgada la categoría WRC2.
Al igual que Meeke, un desatino milimétrico le costaba el rallye. En su caso, esta cepa catapultaba la unidad del R5 comandada por el noruego, llevándole a volcar. Pese a que intentó completar el tramo a velocidad reducida, el Fabia R5 se detenía poco después no pudiendo alcanzar al mítica zona final de la cronometrada de Fafe. Una trampa oculta que también quiere escribir su propia historia dentro del campeonato del mundo de rallyes.