La prueba más carismática de la península itálica vivió el pasado fin de semana una de sus batallas más emocionantes. Aunque hace décadas que no puntúa para el Mundial, la reputación del Rally de Sanremo permanece intacta. En las técnicas carreteras del país transalpino todos quieren alzarse con el triunfo e inscribir su nombre en un palmarés repleto de leyendas del calibre de Markku Alén y Didier Auriol, entre otros.
En la sexagesimonovena edición el sabor mundialista lo aportaron Craig Breen y Mads Ostberg. El irlandés tomó la partida con un Ford Fiesta Rally2 y el noruego a los mandos de un Citroën C3 Rally2. Para ambos la competición concluyó antes de lo previsto. El oficial de M-Sport abandonó cuando marchaba cuarto debido a problemas de motor, mientras que el nórdico lidió con una dirección asistida caprichosa desde el inicio.
El viernes marcó el ritmo Andrea Crugnola con su Citroën C3 Rally2, aguantándole el pulso Giandomenico Basso (Hyundai i20 N Rally2) y Damiano de Tomasso (Skoda Fabia Rally2 Evo). Sin embargo, en la definitiva etapa del sábado destacó sobremanera un Fabio Andolfi que, a bordo de un Skoda Fabia Rally2 Evo, endosó más de 20" al líder en la penúltima especial para posteriormente arrebatarle el triunfo por... ¡0.9"!