Nada se desvía de lo previsto en la segunda división del Campeonato de Europa de Rallyes. El que necesita atacar marca la diferencia y el que busca los puntos evita riesgos innecesarios. Kaspar Kasari cumple con el papel que le asigna su situación en la clasificación del certamen e Igor Widlak con la suya. Los vaivenes de la meteorología no han afectado lo más mínimo a unos planes que ambos respetan al pie de la letra.
El piloto estonio, con dos ausencias en su casillero, se lanzó a por las victorias parciales desde que recibió la cuenta regresiva en la especial de apertura. Por el momento acumula seis scratchs, todos los puestos en disputa en la jornada del sábado. Su ventaja sobre Widlak rebasa sobradamente la frontera de los dos minutos. El trabajo más difícil lo ha completado. En las cronometradas que restan solo tendrá que gestionar.
Al polaco le despreocupa el ritmo que imprima su predecesor. Con un colchón de cuarenta puntos aceptará la medalla de plata sin problema alguno. Antes de arrancar tenía ese planteamiento definido. Su regularidad en los cuatro eventos anteriores le permite descartar estas batallas. En la etapa del domingo se ceñirá a la misma estrategia. La meta final y el botín de la segunda plaza son los únicos objetivos que figuran en su mente.