La penúltima etapa del Rally Dakar 2022 prometía sorpresas. El bucle de 346 kilómetros alrededor de Bisha estaba catalogado como uno de los más difíciles de la presente edición, sobre todo en la parte final, cargada de dunas blandas y aliñada con una navegación complicada. Pero los participantes en la categoría de coches han sorteado las dificultades del recorrido sin mayores contratiempos y con su vista en la llegada de mañana.
Después de hacer historia en la pasada semana, cosechando el primer triunfo parcial de un vehículo híbrido en la historia del raid más exigente del planeta, Carlos Sainz ha repetido scratch dominando de principio a fin la penúltima especial a bordo de un Audi RS Q e-tron que ya contabiliza cuatro victorias, casi a la par con Toyota y Prodrive. La igualdad está garantizada en los próximos años con la nueva normativa técnica.
Y en una jornada en la que las labores de copilotaje exigieron el máximo a Lucas Cruz, el acompañante de 'El Matador' no defraudó, y eso que se encontraron a tempranas alturas con la labor de abrir pista. En principio sería Stéphane Peterhansel el encargado de dibujar las trazadas en los desiertos saudíes por su condición de ganador de la etapa previa, pero perdió 6' en el sector inicial, déficit con el que cruzó por meta.
Por lo que respecta a la clasificación general, Nasser Al-Attiyah y Sébastien Loeb aceptan sus correspondientes situaciones. Mientras el catarí, líder sólido desde el mismísimo 1 de enero, ha gestionado durante la segunda semana la amplia ventaja de la que dispone sobre su rival, este se empleaba a fondo tratando de acortar unas distancias que, salvo contratiempo mecánico, permanecerán por encima de los 20'.
Si hay algo que no se le puede recriminar al piloto más laureado en la historia del Mundial de Rallyes es su entrega, pero resulta insuficiente para desbancar de la cima de la tabla al infranqueable 'Prínicpe del Desierto'. Con el podio de Jeddah a la vista, el del Hunter BRX T1+ ha decidido engranar una marcha menos y conformarse con la plata... manteniéndose a la expectativa de lo que suceda en la especial que resta.
Con el modo turista activado, Yazeed Al Rajhi disfruta de la belleza que esconden los lugares más recónditos de su país. Y qué mejor que hacerlo con un vehículo de competición en tus manos. El ídolo local mima su Toyota Hilux Overdrive y acaricia su primer podio en el Dakar. A su espalda, Orlando Terranova se consolida en el cuarto lugar toda vez que Giniel de Villers desbanca del quinto a un desdibujado Jakub Przygonski.