Sébastien Ogier fue sancionado con una multa de 1500 euros y una amonestación tras realizar unos trompos antes de comenzar la ceremonia de podio final del Rally de Cataluña, ya que los comisarios entendieron que se trató de una acción que ponía en riesgo a los aficionados que se repartían alrededor de la zona de ceremonias.
Tras una temporada donde Ogier y Veillas han rozado la victoria en alguna ocasión, su triunfo en Cataluña era un motivo más que suficiente para celebrar por todo lo alto, ya que era la primera victoria mundialista del copiloto francés y también el primer triunfo de ambos como dúo en el WRC. Por ello, antes de subir el Toyota GR Yaris Rally1 a la cima del podio de Salou, la pareja francesa hizo una serie de trompos que los comisarios deportivos entendieron como una situación peligrosa que ponía en riesgo al público y que incumplía el reglamento deportivo.
Con esto, la FIA vuelve a ser protagonista en un fin de semana donde también han tomado decisiones controvertidas en la F1, con Fernando Alonso como afectado. Una vez conocida la sanción, Ogier se mostró completamente en contra de la penalización, comentando en su cuenta oficial de Twitter que "El dinero está bien invertido... para los fans. Disfrutad de la cena", haciendo referencia a la FIA y al posible "uso" que se le dará a la multa impuesta.
Estas declaraciones de Ogier en redes sociales han hecho que miles de aficionados se hayan echado encima de la la FIA por la sanción interpuesta, alabando a Seb por su contudente respuesta a un Tweet de DirtFish, creándose un debate alrededor de esta decisión en el que la mayoría de los fans estaban a favor del piloto francés, entendiendo que el riesgo era mínimo y que no se puede sancionar a un piloto por dar espectáculo.