No rendirse ante la adversidad. En ello se ha basado el Rally Dakar 2022 de Sébastien Loeb desde que el diferencial trasero de su Hunter BRX T1+ decidió abandonarle en la tercera etapa. Aunque mediado el raid saudí marchaba a más de 50' del líder, el nonacampeón del mundo de rallyes atacó sin concesiones en las seis especiales restantes. Pero sus esfuerzos por impedir la victoria de Nasser Al-Attiyah fueron en vano.
La segunda posición en la que el alsaciano ha finalizado la prueba más exigente del planeta no le decepciona: "Creo que hemos realizado un buen rally. Tuvimos un problema al principio y con las diferencias de tiempo que se han dado, no pudimos recuperarlo. Intentamos atacar durante toda la prueba, así que tampoco es que se nos pueda reprochar nada. Forma parte del juego. Es un deporte de motor y hay que aceptarlo".
La mencionada avería que sufrió en la transmisión y le dejó cientos de kilómetros con tracción solamente en el eje delantero le hizo arrojar la toalla en el momento del problema, no por mucho más: "Nos dijimos 'ya está, no hay nada que hacer', pero aún así hemos peleado. Solo pudimos arañar algo de tiempo. Nasser cuenta con muchísima experiencia y un copiloto que no comete muchos errores, así que ha gestionado bien la carrera".