El 5 de mayo de 2011 se presentó oficialmente el coche más laureado de la historia del WRC, el Volkswagen Polo R WRC. Año y medio antes de su debut oficial en el Rallye Montecarlo de 2013, el fabricante alemán mostraba al mundo el primer prototipo de su coche de rallyes.
En un evento con prensa de todo el mundo y los máximos dirigentes de Volkswagen, ‘la fuerza’ de un mini Darth Vader fue el encargado de retirar la funda que resguardaba a la máquina que, años después, dejó un legado prácticamente insuperable en la especialidad de los tramos cronometrados.
Los títulos y victorias que llegaría más tarde entre 2013 y 2016 forman parte ya de la historia del Campeonato del Mundo de Rallyes. Un éxito sin igual, en el que contribuyó desde el inicio del proyecto Carlos Sainz, haciendo su último acto de servicio a la marca con la que ganó su primer Rallye Dakar.