Durante la temporada de 2019 tuve la oportunidad de entrevistar en diferentes ocasiones al que por entonces era el nuevo director del equipo Hyundai Motorsport del WRC, Andrea Adamo. En estos encuentros percibí, casi de inmediato, el carisma y la fuerza que han caracterizado a este italiano a la hora de abordar cualquier aspecto de su vida.
Ayer la firma coreana anunció su salida del equipo de forma inmediata y fue cuando me puse a pensar: ¿qué pierde el WRC con su salida? La respuesta fue rápida y sencilla: “Mucho”. Y es que Andrea Adamo, con tan solo tres años como director de la formación con sede en Alzenau se ha labrado una reputación -tanto positiva como, en ocasiones, negativa- entre los habituales del Mundial de Rallyes.
El ‘Cholismo’ como modo de vida
Fue a mediados de 2019, después de ver cómo en pocos meses había cambiado el apático ánimo que reinaba crónicamente en la asistencia de Hyundai por el entusiasmo y motivación que transmite en cada una de sus intervenciones, cuando le dje al bueno de Adamo que me recordaba -salvando las obvias diferencias- al modo de hacer del ‘Cholo’ Simeone.
El italiano, amante del fútbol, le hizo gracia la comparativa y la aceptó de muy buen grado. “Recuerdo a Simeone de su paso por el futbol italiano y me encanta la fuerza que transmite su equipo. Eso es lo que quiero para el mío”, me confesó. Dicho y hecho, hizo del partido a partido -en su caso rallye a rallye- su modo de vida, sacando el máximo partido a cada uno de sus pilotos, utilizando todas las estrategias posibles y erigiéndose en el director más carismático y polémico de las últimas dos décadas del WRC.
Por todo esto y muchas más intangibles, la marcha de Andrea Adamo es una gran pérdida para el Mundial de Rallyes, aunque, conociendo su pasión por esta disciplina y tras los resultados cosechados -dos mundiales de marcas en un equipo que no había ganado nada hasta ese momento-, estoy seguro de que más pronto que tarde volveremos a verle por los parques de asistencia del WRC.