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El dieciocho de noviembre de 1996 Malcolm Wilson firmó un acuerdo con Ford para llevar, desde ese momento en adelante, el equipo oficial de la marca en el Campeonato Mundial de Rallyes. Veinte años después M-Sport continúa desempeñando esa tarea, llevando el Fiesta RS WRC frente a equipos oficiales como Volkswagen, Citroën, Hyundai y Toyota – que regresará al campeonato en la temporada 2017.
El nacimiento del equipo se remonta en realidad a 1979, cuando se fundó Malcolm Wilson Motorsport. Con el propio Wilson al volante llegó a cosechar varios títulos nacionales, siendo el patrón campeón británico de rallyes en 1994 con el Ford Escort RS Cosworth, contando con apoyo oficial de Michelin. Al mismo tiempo, el equipo ganó los títulos de Italia, Portugal y Oriente Medio.
De cara a 1997 los Grupo A dejaron de ser los coches de primera fila, dando paso a los nuevos World Rally Cars – por tanto, Ford tenía que pasar del Escort RS Cosworth al Escort WRC. Ford Motorsport firmó el acuerdo con M-Sport y el equipo en apenas ocho semanas terminó el desarrollo del Escort WRC, trasladando la base hasta su emplazamiento actual en Dovenby. Carlos Sainz, Armin Schwarz y Juha Kankkunen llevaron el nuevo modelo, siendo el ‘Matador’ el que lograse triunfos en el Acrópolis y en Indonesia.
1998 fue el último año del Escort antes de que el Focus WRC entrase en acción en 1999, contando como pilotos a Colin McRae, Simon Jean-Joseph, Petter Solberg y Thomas Radström. El sueco le dio el primer podio al coche nuevo mientras que el escocés consiguió dos victorias en Kenia y Portugal. En los años siguientes Sainz volvió al equipo junto a McRae, logrando el escocés el subcampeonato en 2001 y el madrileño el tercer puesto en 2002.
En los años siguientes McRae y Sainz fueron sustituidos por Markko Martin y François Duval, pero poco se pudo hacer ante el dominio de Citroën y Sébastien Loeb, que en aquellos días iniciaba su reinado. Tras las constantes evoluciones del Focus, en 2006 llegó la segunda generación del modelo, teniendo ya a Marcus Grönholm y Mikko Hirvonen en el equipo – aunque Loeb se llevó el título de pilotos, Ford logró el de constructores, la primera vez que lo lograba desde 1979 con Björn Waldegard y Hannu Mikkola con el Escort RS1800. Entre los inscritos con el segundo equipo figuraban Matthew Wilson, Jari-Matti Latvala y Andreas Mikkelsen.
Al año siguiente Wilson mantuvo una alineación similar (Grönholm y Hirvonen al frente, Latvala, Matthew y Henning Solberg con el equipo B además de pilotos como Guy Wilks o Mikkelsen en buena parte del calendario. Ford revalidó el título de constructores pese al retorno de Citroën (como marca oficial) y Loeb, ya con el C4 WRC que había sustituido al Xsara. Para 2008 Latvala se unió a Hirvonen en el primer equipo, con apariciones de Duval, Solberg, Matthew y Henning, además de contar en Gales con el astro del motociclismo Valentino Rossi. En años siguientes la flota de pilotos se redujo para todos los equipos, siendo Ford y Citroën los únicos que se mantuvieron como marcas oficiales – Hirvonen peleó contra Loeb mano a mano hasta el final del año en Gales, perdiendo el título ante el alsaciano por apenas un solo punto tras haber ganado Latvala en Cerdeña y Hirvonen en Acrópolis, Polonia, Finlandia y Australia.
En 2010 Latvala y Hirvonen se mantuvieron como los pilotos oficiales, mientras que con monturas semioficiales pasaron pilotos como Kankkunen, Matthew Wilson, Duval, Henning Solberg, Grönholm, Ken Block, Xevi Pons o Mads Ostberg. Las dos victorias del año llegaron de parte de Latvala en Nueva Zelanda y Finlandia.
2011 significó la marcha del Focus WRC y la llegada del Fiesta RS WRC, basado en el Fiesta S2000 – Hirvonen ganó en el debut del coche en Suecia y en Australia mientras que Latvala se llevó el Rallye de Gales. Hirvonen puso rumbo a Citroën en 2012, dejando su asiento a Petter Solberg (volviendo al equipo tras 12 años), además de los asientos ocupados por Ott Tänak y Evgeny Novikov. Dani Sordo también hizo acto de aparición en M-Sport sustituyendo a Latvala en el Rallye de Argentina – el resto de la temporada la hizo con el equipo Mini y Prodrive, relación que se deterioró al poco tiempo de empezar el año.
De cara al año siguiente comenzó una etapa dura para el equipo, pues Ford dejó de apoyarle a nivel oficial y Wilson tuvo que comenzar a autofinanciarse a través de las ventas de los Ford Fiesta R2 y R5. Si bien ambos modelos han resultado ser un éxito (sobre todo el R5), la falta de apoyo de Ford se tradujo en falta de presupuesto justo en el momento en el que entraba Volkswagen en el WRC con un proyecto dominante. Ostberg, Novikov y Thierry Neuville llevaron los Fiesta RS WRC en cada prueba (junto a Juho Hänninen en Montecarlo y Nasser Al-Attiyah en México, Portugal, Acrópolis, Alemania y España). Neuville, pese a no estar en el primer equipo, fue capaz de llevar a cabo una temporada exitosa en la que logró el subcampeonato por delante de Latvala y por detrás de Sébastien Ogier, que inició su periodo de dominación tras la marcha de su mentor Loeb.
Neuville se marchó a Hyundai (que entraba ese año en el mundial) en 2014, por lo que Wilson dio la oportunidad a Elfyn Evans en el equipo oficial, además de alinear un tercer coche para el ex piloto de Fórmula 1 y campeón de WRC2 Robert Kubica (asimismo, en carreras sueltas corrieron Tänak, Bryan Bouffier, Yuriy Protasov, Block y Pontus Tidemand). Hirvonen logró un tercer puesto y dos segundos, incluyendo el del Rallye de Gales que marcó su retirada del WRC.
Tänak ocupó la vacante de Hirvonen junto a Evans, pero los resultados tardaron en aparecer: Evans logró dos podios en Argentina y Córcega (peleando la victoria contra Latvala en un evento marcado por lluvias torrenciales) y Tänak uno en Polonia, si bien su temporada se recuerda por el ‘Titanak’ en el que su Fiesta RS WRC se hundió en un lago durante el Rallye de México. Ambos fueron sustituidos en 2016 por Ostberg y Eric Camilli – Evans se lanzó a por el título de WRC2 con el Fiesta R5 Evo a la vez que conseguía el título británico y Tänak volvió al equipo Dmack, logrando actuaciones espectaculares a lo largo del año.
Pese a las dificultades que han acontecido al equipo, su experiencia y metodología (han sido capaces de hacer coches ganadores en apenas ocho meses, como es el caso del Focus RS RX del Mundial de Rallycross) han llevado adelante una escudería recordada como pocas en el ambiente del WRC. Ahora están terminando los últimos detalles del Fiesta RS WRC 2017, un prototipo que ha sido denominado como ‘prometedor’ por algunos pilotos que lo han podido probar – todo apunta, además, a que el propio Ogier realizará un test con el coche tras el Rallye de Australia para asegurarse del potencial del coche.