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Sin un programa definido para competir dentro del mundial de rallyes, y más después de haber salido de la órbita del equipo Citroën, Stéphane Lefebvre tan solo ha podido disputar dos carreras en lo que va de año, siendo las dos puntuables para el nacional galo y en las que salió a los mandos de un C3 R5 y un C4 WRC. Ahora, y tras varios meses de trabajo de campo, el piloto francés regresa a la órbita mundial.
Será nuevamente encuadrado dentro de la categoría WRC2 y para ello, el equipo BMA ha puesto en sus manos una de las unidades del novedoso VW Polo GTi R5. Una montura que le permitirá luchar por las primeras posiciones dentro del segundo apartado del mundial, aunque para ello, su ritmo tendrá que ser excelente y más en una prueba que no disputa desde 2018, cuando terminó octavo con el C3 R5.
En pleno desarrollo del Citroën C3 R5, sus tiempos la pasada temporada tampoco fueron sensacionales dentro de la categoría, siendo su mejor resultado el podio logrado en Portugal, prueba a la que llegaba después de haber sufrido un accidente en Córcega. La que en su día fue una de las perlas del automovilismo del país vecino, vuelve así al mundial de rallyes con el objetivo de quedarse.