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Tras casi seis meses de parón por la pandemia de la Covid-19, los equipos y pilotos del WRC ya ven la luz al final del túnel. En menos de una semana se encontrarán disputando el Rallye de Estonia, prueba que debutará en el Mundial y que ofrecerá a las formaciones un recorrido súper rápido.
“Estoy feliz de que podamos competir nuevamente después de tanto tiempo. El Rallye de Estonia será nuevo para muchos de nosotros, pero siempre estoy emocionado de asumir un desafío diferente”, ha comentado Sébastien Ogier antes de partir hacia el pequeño país báltico.
“Sin duda será un rallye exigente con pistas muy rápidas. El Yaris WRC te da una buena confianza a estas velocidades y, después de las pruebas que hemos hecho en Finlandia y Estonia, tengo buenas sensaciones en el coche. También fue importante correr un rallye aquí la semana pasada para ayudarnos a prepararnos, porque después de un descanso tan largo no es fácil encontrar el límite de inmediato”.
Después de su victoria en el pasado Rallye de México, Sébastien Ogier lidera la clasificación del campeonato, lo que será un hándicap para sus opciones en esta carrera disputada sobre tierra. Pese a ello, el galo es optimista.
“Comenzaremos abriendo pista, así que esperamos que el clima de septiembre pueda ayudarnos a no tener demasiada desventaja, y el objetivo será tratar de luchar lo mejor que podamos”, ha añadido el seis veces campeón del mundo.