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El seis veces campeón del mundo Sébastien Ogier ha expresado el deseo de pilotar dos máquinas del Grupo B una vez concluya su carrera deportiva a tiempo completo en el Campeonato Mundial de Rallyes, según cuenta el medio germano Rallye Magazin. En concreto tiene como objetivo pilotar al menos una vez en su vida el Audi Sport Quattro S1 E2 así como el Peugeot 205 T16.
Ogier siempre ha competido con maquinaria actual, empezando por un Peugeot 206 XS en el Volant Peugeot antes de saltar al JWRC y pasar a la primera línea de fuego del WRC, primero con Citroën y después con Volkswagen, M-Sport, Citroën y en la actualidad Toyota – ahora bien, nunca ha disputado un rallye de coches históricos. En cambio, otros pilotos del WRC contra los que Ogier ha competido como Jari-Matti Latvala (quien posee un Toyota Celica ST165 y un Audi Quattro A2 de los inicios del Grupo B), Juho Hänninen, Mikko Hirvonen, Craig Breen, Mads Ostberg, Petter Solberg, Kris Meeke, Thierry Neuville o Hayden Paddon sí que han llegado a estar presentes en un rallye con un coche histórico.
Pese a que solo logró una victoria en manos de Walter Röhrl en 1985, el Audi Sport Quattro S1 E2 se sigue considerando icono de los Grupo B: más de 500 caballos de potencia, una aerodinámica espectacular y un sonido atronador, una bestia que solo los mejores pilotos del mundo podían domar. Fue la máxima expresión de la disciplina de una marca que revolucionó los rallyes para siempre al adoptar la tracción total en 1980, con la llegada del Audi Quattro original, cuando el resto de marcas como Lancia, Ford, Opel o Toyota aún competían con coches de tracción simple incluso en el WRC.
Por otro lado, el Peugeot 205 T16 puede considerarse el coche más competitivo de la era del Grupo B tanto en su especificación inicial como en el Evo 2. Su genial balance de pesos con motor central lo hacía más manejable que sus rivales y logró los títulos de constructores en 1985 y 1986 así como los títulos de pilotos, siendo 1985 para Timo Salonen y 1986 para Juha Kankkunen.
Durante los años que formó parte de Volkswagen Motorsport (entre 2012 y 2016) tuvo la oportunidad de pilotar al menos una vez la bestia de Ingolstadt, pero jamás llegó a hacerlo. No obstante, después de que apareciera un vídeo de Ostberg derrapando con el Audi en un lago helado en Escandinavia, Ogier ha afirmado que “Siempre me he centrado en el aquí y ahora. Debería hacerlo al menos una vez. El Peugeot 205 sería también interesante si me sale la oportunidad.”
En principio esto solo ocurriría cuando deje de ser piloto activo en el WRC a tiempo completo, lo cual a priori sería a finales de esta temporada. No obstante, las circunstancias excepcionales de este 2020 con la pandemia del coronavirus y la insistencia de su actual jefe de equipo, Tommi Mäkinen, podrían llevarle a continuar su carrera deportiva al menos hasta 2021.